Piden rehabilitar vía alterna de salida a Celaya

Habitantes aledaños y usuarios de la calle Paseo Río Lerma, desde la avenida Sol a bulevar Hidalgo en la colonia San Juan de la Presa, solicitaron se rehabilite la superficie de rodamiento de la vialidad la cual representa un riesgo ante su deterioro y falta de alumbrado público por las noches.

De acuerdo a los lugareños dicha vialidad es usada como vía alterna por cientos de automovilistas provenientes del la zona sur del municipio en dirección a la salida a Celaya o Juventino Rosas, evitando el paso por la zona centro, sin embargo, la carga vehicular, así como el deterioro de la vialidad y la falta de alumbrado público por las noches representa un riesgo quienes circulan por ahí.

“Esta es una vía rápida para la salida a Celaya o Juventino Rosas viniendo del lado sur de la ciudad, también sirve como vía alterna para quienes van a las colonias que quedan de aquel lado, como la Obrera, Nativitas, como también por quienes trabajan en la refinería, por este lado se evitan pasar por el centro, por lo que es importante que se le dé el mantenimiento adecuado”, consideró Agustín Flores.

Local

Habitantes de la colonia Olimpo esperan que se lleve a cabo el rencarpetado de la calle Mercurio

Ante ello, los vecinos aledaños a la vialidad concordaron en que se debe rehabilitar los 1.6 kilómetros de arroyo vial, que debido a su deterioro han aparecido baches de grandes dimensiones que los automovilistas sortean, lo que puede ocasionar un percance con alguna otra unidad e incluso atropellar a un ciclista o peatón.

➡ Suscríbete a nuestra edición digital

“Lo más peligro es en las noches, que además de lo oscuro o inseguro, no se ven los baches y andan esquivándolos, pueden chocar con otro carro o atropellar a alguien ojala se repare pronto la calle y se ponga alumbrado”, refirió Andrea Sepúlveda.

De acuerdo a los vecinos de la calle Paseo Río Lerma a su paso por las colonias Nativitas y San Juan de la Presa, no ha recibido mantenimiento en cuanto a baches desde hace más de cinco años, lo cual es perceptible a lo largo de más de 14 calles desde el llamado puente negro, hasta su cruce en el bulevar Hidalgo en la cabeza de águila.