/ sábado 4 de marzo de 2023

VICISITUDES | Saber comer con una diversidad saludable

Armando Hernández Origel


Estuve escuchando con atención la plática de tres personas mayores, mujeres ellas, cuando comentaban sobre los ingredientes y forma de preparación de un determinado platillo, en este caso unas tortitas de papas para que quedaran de buen color, de buena textura, y, sobre todo, de buen sabor. En cuanto a los ingredientes creo que coincidieron muy bien, pero donde hubo una disparidad fue en la forma de prepararlas.

Posterior a ello salió en la plática el que cada una tiene su propia sazón y en ello iba la diversidad de los platillos en nuestro país. Salió el tema de lo nutritivo que puedan ser los platillos que se cocinan en México, pero también el cómo, dependiendo de los avances alimentarios y conocimientos nuevos que echan por tierra los consejos de antaño, por parte de nuestras abuelas y mamás. Tal es el caso de cómo debe comerse un huevo para que sea más nutritivo y menos dañino.

Anteriormente, cuando uno se tomaba un licuado, de lo que fuese, se le ponía dos huevos completos, es decir, con clara y yema, para tener mejor energía. Paso el tiempo y resultó que nos decían que lo nutritivo era la yema, porque la clara no servía para nada y habría que tirarla. Pasado otro tiempo, las cosas cambiaron, porque ahora resultaba que las claras de los huevos que contienen mucha proteína eran las buenas y que había que desechar las yemas, porque tenían mucho colesterol y hacia daño para la salud. Confusión tremenda, principalmente parta las mamás.

Antes no existían los nutriólogos, o si los había eran contados, pero ahora ya no es así pues esa rama del conocimiento ha tomado auge y es importante para todos o para la gran mayoría, pero en especial para aquellos que desean mantenerse en forma, para quienes desean recuperarse o están en convalecencia médica. Hay quienes, como pacientes, siguen bien las indicaciones, pero hay otros a los que les da igual si existen o no, pues como lo llegan a decir, “para comer no se necesita nada de eso, nada más saber comer”, como nos lo enseñaron en casa, con alimentos bien equilibrados.

Sin embargo, hay algo que no podemos ocultar y hacer a un lado, aquello que llamamos los alimentos básicos para lograr un buen equilibrio en nuestro organismo, refiriéndome en este caso a las tradicionales tortillas, que muchas veces dejamos a un lado, pero que cuando nos faltan carbohidratos es importante consumirlas más.

La fruta no debe faltar jamás y debe ser muy variada y de temporada, pero fruta fresca, como plátano, manzana, guayaba, fresas, papaya, piña; frutas frescas serán mejor.

El pan hay que comerlo poco, y si se puede ingerir, que sea el integral y sin azúcar.

La leche es buena, aunque muchos dicen que ya no sirve para nada.

Las verduras son buenísimas, así como los tradicionales frijolitos, las lentejas y los garbanzos.

El pollo y el huevo no deben faltar. La carne, por su contenido proteico es bueno, pero hay que medirse en su consumo. Me quedé muy corto, ¿verdad?


Contacto: ahomanois@hotmail.com

Armando Hernández Origel


Estuve escuchando con atención la plática de tres personas mayores, mujeres ellas, cuando comentaban sobre los ingredientes y forma de preparación de un determinado platillo, en este caso unas tortitas de papas para que quedaran de buen color, de buena textura, y, sobre todo, de buen sabor. En cuanto a los ingredientes creo que coincidieron muy bien, pero donde hubo una disparidad fue en la forma de prepararlas.

Posterior a ello salió en la plática el que cada una tiene su propia sazón y en ello iba la diversidad de los platillos en nuestro país. Salió el tema de lo nutritivo que puedan ser los platillos que se cocinan en México, pero también el cómo, dependiendo de los avances alimentarios y conocimientos nuevos que echan por tierra los consejos de antaño, por parte de nuestras abuelas y mamás. Tal es el caso de cómo debe comerse un huevo para que sea más nutritivo y menos dañino.

Anteriormente, cuando uno se tomaba un licuado, de lo que fuese, se le ponía dos huevos completos, es decir, con clara y yema, para tener mejor energía. Paso el tiempo y resultó que nos decían que lo nutritivo era la yema, porque la clara no servía para nada y habría que tirarla. Pasado otro tiempo, las cosas cambiaron, porque ahora resultaba que las claras de los huevos que contienen mucha proteína eran las buenas y que había que desechar las yemas, porque tenían mucho colesterol y hacia daño para la salud. Confusión tremenda, principalmente parta las mamás.

Antes no existían los nutriólogos, o si los había eran contados, pero ahora ya no es así pues esa rama del conocimiento ha tomado auge y es importante para todos o para la gran mayoría, pero en especial para aquellos que desean mantenerse en forma, para quienes desean recuperarse o están en convalecencia médica. Hay quienes, como pacientes, siguen bien las indicaciones, pero hay otros a los que les da igual si existen o no, pues como lo llegan a decir, “para comer no se necesita nada de eso, nada más saber comer”, como nos lo enseñaron en casa, con alimentos bien equilibrados.

Sin embargo, hay algo que no podemos ocultar y hacer a un lado, aquello que llamamos los alimentos básicos para lograr un buen equilibrio en nuestro organismo, refiriéndome en este caso a las tradicionales tortillas, que muchas veces dejamos a un lado, pero que cuando nos faltan carbohidratos es importante consumirlas más.

La fruta no debe faltar jamás y debe ser muy variada y de temporada, pero fruta fresca, como plátano, manzana, guayaba, fresas, papaya, piña; frutas frescas serán mejor.

El pan hay que comerlo poco, y si se puede ingerir, que sea el integral y sin azúcar.

La leche es buena, aunque muchos dicen que ya no sirve para nada.

Las verduras son buenísimas, así como los tradicionales frijolitos, las lentejas y los garbanzos.

El pollo y el huevo no deben faltar. La carne, por su contenido proteico es bueno, pero hay que medirse en su consumo. Me quedé muy corto, ¿verdad?


Contacto: ahomanois@hotmail.com