/ viernes 5 de junio de 2020

Lo que todos deberían saber sobre emprender Parte II

Aquí vienen las cosas que pocos te cuentan sobre emprender y realmente, si conoces a un emprendedor, ten un poco de empatía, es una vida complicada al inicio.

Falta de tiempo. Al principio, comienzas a armar tu idea, comienzas a aprender cómo llevarla a cabo, haces pruebas, y te quedan pocas horas para dormir, conforme vas siendo conocido en el mercado, tendrás aún menos tiempo porque tendrás que hacer los pedidos del cliente, facturar, negociar con proveedores. Planear los próximos pasos, tomar cursos diversos que te hagan más competitivo. Tendrás unas ojeras enormes, te sentirás cansado, pero enormemente feliz y satisfecho al ver lo que logras con cada paso.

Cómo crecer. Te va muy bien y tienes que contratar a alguien, pero no sabes qué hará porque todo lo quieres hacer tú, y no confías en que lo harán igual de bien. Y aun así lo contratas porque necesitas manos. Se te sale de control todo, si no tuviste la planeación adecuada y pareciera que ahora que tienes ayuda el trabajo en vez de distribuirse, se multiplicó.

Malas decisiones. Elegir mal al proveedor, hacer una mala contratación de personal, elegir probar una técnica nueva en el último minuto, aceptar un trabajo sin estar seguros de cómo hacerlo, tener un mal contador o diseñador. Incluso, hacer trabajos sin pago por adelantado. Tener un socio que no comparte la visión del negocio, endeudarse para comprar equipo que no necesita y muchas cosas más pero ¿sabes qué? El emprendedor sobrevivirá a esto, y más.

Expansión. Te emocionarás con cada like en tu página y serás feliz con el primer cliente que llegue (sin ser de tu círculo familiar y social) y diga que le gusta lo que haces y la gente no entenderá la importancia de un like, de una buena referencia en tu página o incluso, ser etiquetado para que cuando alguien pida recomendaciones sobre lo que tú vendes, puedas ofrecer tus servicios. Y nadie, excepto otros emprendedores, entenderá tu felicidad.

Estrés. El emprendedor ama lo que hace, al inicio tiene mucho estrés pero por alguna razón siempre sonríe (excepto cuando está tan cansado que ni eso logra).

Cuando ya se tiene experiencia en este ámbito, el emprendedor va perdiendo el miedo, tiene dos frases “tiene que funcionar” y “si no funciona, no pasa nada, lo vuelvo a intentar hasta que funcione”.

Ahora, pregúntale a un emprendedor si se arrepiente de haber elegido ese camino y verás que 9 de cada 10, te dirá que tomó la mejor decisión.


Recuerda: “si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.


Mariana.pefer@gmail.com


Aquí vienen las cosas que pocos te cuentan sobre emprender y realmente, si conoces a un emprendedor, ten un poco de empatía, es una vida complicada al inicio.

Falta de tiempo. Al principio, comienzas a armar tu idea, comienzas a aprender cómo llevarla a cabo, haces pruebas, y te quedan pocas horas para dormir, conforme vas siendo conocido en el mercado, tendrás aún menos tiempo porque tendrás que hacer los pedidos del cliente, facturar, negociar con proveedores. Planear los próximos pasos, tomar cursos diversos que te hagan más competitivo. Tendrás unas ojeras enormes, te sentirás cansado, pero enormemente feliz y satisfecho al ver lo que logras con cada paso.

Cómo crecer. Te va muy bien y tienes que contratar a alguien, pero no sabes qué hará porque todo lo quieres hacer tú, y no confías en que lo harán igual de bien. Y aun así lo contratas porque necesitas manos. Se te sale de control todo, si no tuviste la planeación adecuada y pareciera que ahora que tienes ayuda el trabajo en vez de distribuirse, se multiplicó.

Malas decisiones. Elegir mal al proveedor, hacer una mala contratación de personal, elegir probar una técnica nueva en el último minuto, aceptar un trabajo sin estar seguros de cómo hacerlo, tener un mal contador o diseñador. Incluso, hacer trabajos sin pago por adelantado. Tener un socio que no comparte la visión del negocio, endeudarse para comprar equipo que no necesita y muchas cosas más pero ¿sabes qué? El emprendedor sobrevivirá a esto, y más.

Expansión. Te emocionarás con cada like en tu página y serás feliz con el primer cliente que llegue (sin ser de tu círculo familiar y social) y diga que le gusta lo que haces y la gente no entenderá la importancia de un like, de una buena referencia en tu página o incluso, ser etiquetado para que cuando alguien pida recomendaciones sobre lo que tú vendes, puedas ofrecer tus servicios. Y nadie, excepto otros emprendedores, entenderá tu felicidad.

Estrés. El emprendedor ama lo que hace, al inicio tiene mucho estrés pero por alguna razón siempre sonríe (excepto cuando está tan cansado que ni eso logra).

Cuando ya se tiene experiencia en este ámbito, el emprendedor va perdiendo el miedo, tiene dos frases “tiene que funcionar” y “si no funciona, no pasa nada, lo vuelvo a intentar hasta que funcione”.

Ahora, pregúntale a un emprendedor si se arrepiente de haber elegido ese camino y verás que 9 de cada 10, te dirá que tomó la mejor decisión.


Recuerda: “si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.


Mariana.pefer@gmail.com