/ miércoles 9 de marzo de 2022

¡Auxilio! ¡Me roban! 

Es común que cuando cualquier profesionista, emprendedor o empresario comienza a cosechar triunfos haya quienes le copien. Al inicio, descubrir a los roba-ideas da miedo y surgen preguntas: ¿Qué tal si el o la plagiari@ es mejor que yo? ¿Qué tal si gusta más a los clientes que yo? ¿Qué tal si le cambia algo al producto o servicio y tiene más éxito?

Por un lado, es normal que, cuando se inicia alguna actividad, se busque a los mejores para aprender de ellos, nadie investiga a los peores para copiar. Así que, lo primero es agradecer que nos consideren, quiere decir que les inspiramos admiración y por eso somos un referente.

Luego, analizar nuestro modelo de negocio (si es que existe) o bien, desarrollarlo y así: determinar la propuesta de valor, la segmentación, canales de comercialización, formas de producción, atención al cliente, estructura administrativa, ordenar la información contable y financiera, entre otros. Determinar qué diferenciadores tenemos respecto a la competencia (incluyendo a los que copian) y ocuparnos sin preocuparnos. Esto es, si volteamos a ver a la competencia cada paso, el avance será resultado del miedo y terminaremos descuidando a los clientes. A veces, el pánico hace que nos fijemos más en los que ofrecen algo similar a nosotros en vez de atender a los consumidores. Recuerda, el comprador es a quien debes atrapar si quieres dejar a la competencia atrás.

Conocí un caso de un emprendedor a quien llamaremos Alejandro, tenía una tienda en línea dedicada a comercialización (no producía), su competencia hizo lo más sencillo: checar el apartado de novedades de su página para saber cuáles productos vender, ya que sabían que Alejandro pasaba horas buscando artículos novedosos para satisfacer a sus compradores. Después, ofrecían lo mismo a menor precio. Como es previsible, cerró su página, pero antes de eso tuvo muchísimo desgaste porque quiso correr más rápido que los demás, en vez de trazar su camino a partir de la diferenciación. Sobre el por qué dejó de comercializar se resume así: Al no producir y por lo mismo, vender productos idénticos a la competencia, falló en dar al cliente un plus en el servicio, además de tener precios muy elevados. OJO: no digo que hay que abaratar los productos o servicios, pero sí justificar lo que se cobra.

Fric Martínez, conferencista reconocido, explicó que el miedo es natural ya que es el motor del progreso, y dijo algo así: para que alguien tenga un modelo de negocio idéntico al tuyo, debe trabajar muchas horas para generarlo, sacrificando horas de sueño, convivencias familiares, gastando dinero en pruebas de acierto/ error, vencer miedos, entre otras cosas y si esa persona es tan dedicada como tú, invítala a ser tu socio porque es alguien que vale la pena. En cambio, si es floja y mediocre, relájate porque no será tu competencia en un mediano plazo.

Hasta para copiar se necesita talento. Dicho popular.

Recuerda: “si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”

mariana.pefer@gmail.com


Es común que cuando cualquier profesionista, emprendedor o empresario comienza a cosechar triunfos haya quienes le copien. Al inicio, descubrir a los roba-ideas da miedo y surgen preguntas: ¿Qué tal si el o la plagiari@ es mejor que yo? ¿Qué tal si gusta más a los clientes que yo? ¿Qué tal si le cambia algo al producto o servicio y tiene más éxito?

Por un lado, es normal que, cuando se inicia alguna actividad, se busque a los mejores para aprender de ellos, nadie investiga a los peores para copiar. Así que, lo primero es agradecer que nos consideren, quiere decir que les inspiramos admiración y por eso somos un referente.

Luego, analizar nuestro modelo de negocio (si es que existe) o bien, desarrollarlo y así: determinar la propuesta de valor, la segmentación, canales de comercialización, formas de producción, atención al cliente, estructura administrativa, ordenar la información contable y financiera, entre otros. Determinar qué diferenciadores tenemos respecto a la competencia (incluyendo a los que copian) y ocuparnos sin preocuparnos. Esto es, si volteamos a ver a la competencia cada paso, el avance será resultado del miedo y terminaremos descuidando a los clientes. A veces, el pánico hace que nos fijemos más en los que ofrecen algo similar a nosotros en vez de atender a los consumidores. Recuerda, el comprador es a quien debes atrapar si quieres dejar a la competencia atrás.

Conocí un caso de un emprendedor a quien llamaremos Alejandro, tenía una tienda en línea dedicada a comercialización (no producía), su competencia hizo lo más sencillo: checar el apartado de novedades de su página para saber cuáles productos vender, ya que sabían que Alejandro pasaba horas buscando artículos novedosos para satisfacer a sus compradores. Después, ofrecían lo mismo a menor precio. Como es previsible, cerró su página, pero antes de eso tuvo muchísimo desgaste porque quiso correr más rápido que los demás, en vez de trazar su camino a partir de la diferenciación. Sobre el por qué dejó de comercializar se resume así: Al no producir y por lo mismo, vender productos idénticos a la competencia, falló en dar al cliente un plus en el servicio, además de tener precios muy elevados. OJO: no digo que hay que abaratar los productos o servicios, pero sí justificar lo que se cobra.

Fric Martínez, conferencista reconocido, explicó que el miedo es natural ya que es el motor del progreso, y dijo algo así: para que alguien tenga un modelo de negocio idéntico al tuyo, debe trabajar muchas horas para generarlo, sacrificando horas de sueño, convivencias familiares, gastando dinero en pruebas de acierto/ error, vencer miedos, entre otras cosas y si esa persona es tan dedicada como tú, invítala a ser tu socio porque es alguien que vale la pena. En cambio, si es floja y mediocre, relájate porque no será tu competencia en un mediano plazo.

Hasta para copiar se necesita talento. Dicho popular.

Recuerda: “si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”

mariana.pefer@gmail.com