/ lunes 27 de julio de 2020

Aprender de nuestros errores

¿Habrá persona sobre la faz de la tierra que no cometa errores?, quien piensa así ya está cometiendo un error, pues todas las personas cometemos muchos errores, por eso nuestro enfoque no debe ser que nunca cometeremos errores, sino en saber cómo aprendemos de ellos.

Muchas personas se desmoronan cuando no comprenden esto, y sufren innecesariamente, viven desilusionados de la vida porque no están obteniendo lo que querían, por ejemplo, personas se casan muy ilusionadas y se derrumban cuando no obtienen lo que esperaban de su matrimonio, hijos se desilusionan de sus padres al ver la precaria situación familiar, empleados se desilusionan de sus patrones al darse cuenta de los problemas de la empresa, los ciudadanos se desilusionan de la política porque no están obteniendo lo que esperan de sus servidores públicos.

Las personas seguido se desmoronan por esto y muchas cosas más, porque no les salen las decisiones como querían, se desploman porque pierden la esperanza de obtener lo que se habían trazado, y entre menos resultan sus planes más el ánimo se les derrumba, y esto se debe a los errores, a las malas decisiones, y entre más malas decisiones hagamos, más alto será nuestro nivel de frustración en nuestros planes, lo cual nos lleva a perder la confianza en nosotros mismos, pues cuando hemos tratado los mismo veinte veces y no resulta, la confianza en nosotros mismos disminuye.

Sin embargo la vida toma su curso, y aunque llegamos a tener malas experiencias, siempre hay esa parte interna donde queremos restaurar, rectificar muchas cosas que hemos hecho mal, y la vida nos da esa oportunidad. Esto es importante, porque no se trata de que seamos inmunes a cometer errores, sino de que éstos disminuyan, de que vayamos cometiendo cada vez menos errores.

Esto se logra cuando aprendemos a no pasar por alto nuestros errores, sino a prestarles atención para analizarlos, ver no sólo lo que otros se equivocan y nos dañan, sino vernos a nosotros mismos y profundizar ¿por qué lo hice, por qué lo dije, por qué lo decidí?, mientras no analice el resultado de mi error y las causas profundas que me llevaron a equivocarme, no voy a poder avanzar hacia delante.

Muchas veces no consideramos ciertas decisiones porque aparentemente no nos causan consecuencias graves, pero esas pequeñas decisiones que llegamos a pasar por alto, si no las analizamos, nos llevan a cometer errores más grandes.

Ya es tiempo de que dejemos la mentalidad que dice “pues ya lo hice y ni modo”, o , “ya lo dije y qué”, queriendo decir que no vale la pena analizar los errores que cometemos. Necesitamos aceptar nuestros errores y aprender de ellos para no robarnos el aprendizaje que nos ayuda a mejorar como personas, como familias, como empresas, como nación.

Porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia.” Proverbios 24:16

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.


¿Habrá persona sobre la faz de la tierra que no cometa errores?, quien piensa así ya está cometiendo un error, pues todas las personas cometemos muchos errores, por eso nuestro enfoque no debe ser que nunca cometeremos errores, sino en saber cómo aprendemos de ellos.

Muchas personas se desmoronan cuando no comprenden esto, y sufren innecesariamente, viven desilusionados de la vida porque no están obteniendo lo que querían, por ejemplo, personas se casan muy ilusionadas y se derrumban cuando no obtienen lo que esperaban de su matrimonio, hijos se desilusionan de sus padres al ver la precaria situación familiar, empleados se desilusionan de sus patrones al darse cuenta de los problemas de la empresa, los ciudadanos se desilusionan de la política porque no están obteniendo lo que esperan de sus servidores públicos.

Las personas seguido se desmoronan por esto y muchas cosas más, porque no les salen las decisiones como querían, se desploman porque pierden la esperanza de obtener lo que se habían trazado, y entre menos resultan sus planes más el ánimo se les derrumba, y esto se debe a los errores, a las malas decisiones, y entre más malas decisiones hagamos, más alto será nuestro nivel de frustración en nuestros planes, lo cual nos lleva a perder la confianza en nosotros mismos, pues cuando hemos tratado los mismo veinte veces y no resulta, la confianza en nosotros mismos disminuye.

Sin embargo la vida toma su curso, y aunque llegamos a tener malas experiencias, siempre hay esa parte interna donde queremos restaurar, rectificar muchas cosas que hemos hecho mal, y la vida nos da esa oportunidad. Esto es importante, porque no se trata de que seamos inmunes a cometer errores, sino de que éstos disminuyan, de que vayamos cometiendo cada vez menos errores.

Esto se logra cuando aprendemos a no pasar por alto nuestros errores, sino a prestarles atención para analizarlos, ver no sólo lo que otros se equivocan y nos dañan, sino vernos a nosotros mismos y profundizar ¿por qué lo hice, por qué lo dije, por qué lo decidí?, mientras no analice el resultado de mi error y las causas profundas que me llevaron a equivocarme, no voy a poder avanzar hacia delante.

Muchas veces no consideramos ciertas decisiones porque aparentemente no nos causan consecuencias graves, pero esas pequeñas decisiones que llegamos a pasar por alto, si no las analizamos, nos llevan a cometer errores más grandes.

Ya es tiempo de que dejemos la mentalidad que dice “pues ya lo hice y ni modo”, o , “ya lo dije y qué”, queriendo decir que no vale la pena analizar los errores que cometemos. Necesitamos aceptar nuestros errores y aprender de ellos para no robarnos el aprendizaje que nos ayuda a mejorar como personas, como familias, como empresas, como nación.

Porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia.” Proverbios 24:16

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.