/ viernes 29 de julio de 2022

Agradecimiento Vs Desagradecimiento

Hace unos días un suceso me llenó de gratitud, y me ayudó a recordar cómo es que muchas ocasiones podemos dejar de prestar atención y volvernos insensibles a muchas cosas, situaciones y personas que rodean nuestra vida, y que las damos por sentado sin mostrar agradecimiento por ellas.

Esto no debería ser así, pues mostrar agradecimiento nos ayuda a desarrollar una actitud mental positiva, la cual es muy necesaria para aprender a disfrutar la vida en su sentido sano.

¿Tú consideras que el grueso de la población en nuestro país vive en un continuo agradecimiento, o en un continuo desagradecimiento?, ¿Cómo consideras tú que la actitud de agradecimiento o desagradecimiento afecta nuestro panorama social en el país?

La definición de agradecimiento que encontramos en un diccionario común dice: Gratitud por algo recibido. Así que te invito a hacerte la siguiente pregunta:

¿Cuándo fue la última vez que con profundo agradecimiento diste gracias por lo que muchas veces damos por sentado?, como por ejemplo: la vida, los hijos, tu esposo, tu esposa, por contar con un trabajo remunerativo, por tener un techo donde vivir, por tu salud, o aún, si careces de todas éstas cosas pero alguien genuinamente te extiende la mano en verdadera ayuda, etc.

Algunos antónimos de la palabra agradecimiento son: Desagradecimiento, olvido, ingratitud. Una actitud de agradecimiento es contraria a una actitud de desagradecimiento.

El agradecimiento trae una actitud positiva a nuestra mente, y nos ayuda a poner un escudo contra el desagradecimiento, el cual trae una actitud negativa y de fatalismo por aquello que nos llena de amargura y resentimiento contra la vida.

Esa amargura nos lleva a convertirnos en células cancerosas que enferman nuestra vida, nuestros hogares, nuestros centros de trabajo y nuestra sociedad.

Sin duda, todos tenemos algo por qué estar agradecidos, aunque muchos lleguen a pensar que no tienen nada que agradecer.

La realidad es que más de lo que nos imaginamos, cada ser humano viene a esta vida para cumplir con un propósito muy especial que debe ir descubriendo en su Creador, y esto en sí, ya es motivo para vivir agradecidos.

Independientemente de cuál sea tu condición actual, física, intelectual, espiritual, económica, familiar, etc. tu vida tiene un valor muy especial, que ni siquiera tus progenitores pueden determinar el alcance de tu contribución a la vida conforme al plan de tu Creador para ti.

La historia esta llena de ejemplos de vidas de hombres y de mujeres de todas las edades y de todas las razas, cuya contribución a la vida ha sido significativa, dejando al mundo en mejores condiciones de como lo encontraron.

En el documento llamado “La Biblia”, encontramos cantidad de éstos relatos, como por ejemplo la vida de Pablo, una vida que nos enseña mucho acerca del agradecimiento.

Pablo aprendió a desarrollar una actitud de agradecimiento que le permitió mantener una mente positiva, aún en medio de la adversidad y el sufrimiento que le tocó experimentar en su vida.

Pablo pudo hacerlo porque aceptó el modelo de Jesucristo para su vida, reconociendo que Jesucristo es el Hijo de Dios enviado a la tierra para que comprendamos a través de Él nuestro verdadero significado y propósito.

Esta fue la razón de por qué Pablo pudo comprender que nada de lo que nos pase en ésta vida tiene despropósito alguno, al contrario, comprendió que todo puede obrar para nuestro bien, aún las cosas más difíciles, y esto en sí, ya es motivo de un profundo agradecimiento a Dios Padre.

Las siguientes palabras fueron escritas por el apóstol Pablo: “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8:28).

Solo tenemos dos opciones en esta vida, vivir en un continuo agradecimiento que llena nuestra mente de una actitud positiva y nos permite caminar con esperanza en la vida, o vivir en un desagradecimiento continuo que nos llena de negativismo y nos amarga la vida.

A cada uno nos toca elegir entre estas dos decisiones.

Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:16-18)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.



Hace unos días un suceso me llenó de gratitud, y me ayudó a recordar cómo es que muchas ocasiones podemos dejar de prestar atención y volvernos insensibles a muchas cosas, situaciones y personas que rodean nuestra vida, y que las damos por sentado sin mostrar agradecimiento por ellas.

Esto no debería ser así, pues mostrar agradecimiento nos ayuda a desarrollar una actitud mental positiva, la cual es muy necesaria para aprender a disfrutar la vida en su sentido sano.

¿Tú consideras que el grueso de la población en nuestro país vive en un continuo agradecimiento, o en un continuo desagradecimiento?, ¿Cómo consideras tú que la actitud de agradecimiento o desagradecimiento afecta nuestro panorama social en el país?

La definición de agradecimiento que encontramos en un diccionario común dice: Gratitud por algo recibido. Así que te invito a hacerte la siguiente pregunta:

¿Cuándo fue la última vez que con profundo agradecimiento diste gracias por lo que muchas veces damos por sentado?, como por ejemplo: la vida, los hijos, tu esposo, tu esposa, por contar con un trabajo remunerativo, por tener un techo donde vivir, por tu salud, o aún, si careces de todas éstas cosas pero alguien genuinamente te extiende la mano en verdadera ayuda, etc.

Algunos antónimos de la palabra agradecimiento son: Desagradecimiento, olvido, ingratitud. Una actitud de agradecimiento es contraria a una actitud de desagradecimiento.

El agradecimiento trae una actitud positiva a nuestra mente, y nos ayuda a poner un escudo contra el desagradecimiento, el cual trae una actitud negativa y de fatalismo por aquello que nos llena de amargura y resentimiento contra la vida.

Esa amargura nos lleva a convertirnos en células cancerosas que enferman nuestra vida, nuestros hogares, nuestros centros de trabajo y nuestra sociedad.

Sin duda, todos tenemos algo por qué estar agradecidos, aunque muchos lleguen a pensar que no tienen nada que agradecer.

La realidad es que más de lo que nos imaginamos, cada ser humano viene a esta vida para cumplir con un propósito muy especial que debe ir descubriendo en su Creador, y esto en sí, ya es motivo para vivir agradecidos.

Independientemente de cuál sea tu condición actual, física, intelectual, espiritual, económica, familiar, etc. tu vida tiene un valor muy especial, que ni siquiera tus progenitores pueden determinar el alcance de tu contribución a la vida conforme al plan de tu Creador para ti.

La historia esta llena de ejemplos de vidas de hombres y de mujeres de todas las edades y de todas las razas, cuya contribución a la vida ha sido significativa, dejando al mundo en mejores condiciones de como lo encontraron.

En el documento llamado “La Biblia”, encontramos cantidad de éstos relatos, como por ejemplo la vida de Pablo, una vida que nos enseña mucho acerca del agradecimiento.

Pablo aprendió a desarrollar una actitud de agradecimiento que le permitió mantener una mente positiva, aún en medio de la adversidad y el sufrimiento que le tocó experimentar en su vida.

Pablo pudo hacerlo porque aceptó el modelo de Jesucristo para su vida, reconociendo que Jesucristo es el Hijo de Dios enviado a la tierra para que comprendamos a través de Él nuestro verdadero significado y propósito.

Esta fue la razón de por qué Pablo pudo comprender que nada de lo que nos pase en ésta vida tiene despropósito alguno, al contrario, comprendió que todo puede obrar para nuestro bien, aún las cosas más difíciles, y esto en sí, ya es motivo de un profundo agradecimiento a Dios Padre.

Las siguientes palabras fueron escritas por el apóstol Pablo: “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8:28).

Solo tenemos dos opciones en esta vida, vivir en un continuo agradecimiento que llena nuestra mente de una actitud positiva y nos permite caminar con esperanza en la vida, o vivir en un desagradecimiento continuo que nos llena de negativismo y nos amarga la vida.

A cada uno nos toca elegir entre estas dos decisiones.

Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:16-18)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.