Alguna vez te has preguntado ¿por qué las cosas van mal en el país?, ¿has deseado dejar de escuchar de problemas y más problemas?
Sin duda parece que las cosas no mejoran y que cada vez nos enfrentamos a mayores desafíos, sin embargo, cuando comprendemos que la cultura política y social en un país la desarrollan las personas, entonces, debemos preguntarnos ¿qué tipo de personas somos?
Es muy sencillo quejarse y responsabilizar a alguien más cuando las cosas van mal, muy pocos son los que antes de señalar, primero se miran a sí mismos en el espejo.
Cuando la actitud que predomina en la gente de un país es la que dice “¿qué hay para mí?”, ya tenemos una respuesta del por qué su retraso, ya que la mentalidad centrada en recibir, es muy difícil llenar sus expectativas porque nunca está satisfecha. La verdadera satisfacción viene como resultado de dar. El enfoque que sólo se centra en recibir es muy dañino a nivel personal, familiar y social.
A nivel de la persona porque no se busca lo que puede beneficiar genuinamente la vida, sino sólo se siguen los impulsos y deseos de la ambición personal que nunca tienen fin. Esto a su vez, se manifiesta en la vida en el hogar, donde cada miembro pone su enfoque en la ventaja que puede obtener del otro, o lo que cada uno considera debe recibir del otro para consolidar su equilibrio emocional, espiritual, intelectual y físico, cayendo en un círculo vicioso donde todos esperan recibir sin recibir porque nadie da.
¿Me amas? Es la clásica pregunta que refleja la realidad de millones de personas sumergidas en el interés de lo que quieren recibir de los demás, dejando de lado lo que tienen que dar.
Esta manera de pensar se extiende en la vida política de una sociedad, donde el grueso de la población pone sus expectativas en el gobierno para recibir empleo, educación, salud, seguridad, justicia, estabilidad social, y que sea el superman para poner fin a la problemática que millones de ciudadanos con una mentalidad que sólo esperan recibir han creado.
Los que quieren recibir son muchos más que los que quieren dar, si te preguntas por qué están las cosas tan mal en el país y en el mundo, ya tienes una de las respuestas. Se ha dicho que a las personas se les pueden clasificar en dos tipos: las que dan y las que quitan.
¿Qué tipo de persona eres?, ¿qué estilo de vida te define mejor, eres de las que están sólo a la espera de recibir, o de las que conocen el valor de dar?
Necesitamos romper con esa mentalidad que sólo espera recibir, requerimos aprender el valor de dar desde la perspectiva de los valores ético-bíblicos, pues para dar hemos sido diseñados.
“Hay más dicha en dar que en recibir.” (Hch 20:35)
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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.
