IRAPUATO, GTO.- Federico Zavala Díaz y Juan Ángel Huerta, ambos policías municipales de Irapuato caídos en el cumplimiento de su deber, fueron despedidos por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, miembros del Ayuntamiento, familiares y amigos, en donde el dolor y la tristeza se percibía en sus rostros.
Alrededor de las nueve de la mañana las autoridades y elementos de la Secretaría de Seguridad, se dieron cita en las instalaciones del Centro de Integración Policial (Cipol) para rendir honores de cuerpo presente a los elementos que fueron atacados con armas de fuego en la comunidad de Tomelópez.
La impunidad, el dolor y el coraje se observaba en el rostro de las familias y en los elementos de seguridad, mientras realizaban el pase de lista de Federico, quien llevaba más de 27 años en la corporación y de Juan Ángel, quien también tenía alrededor de cuatro años como policía municipal.
“Hoy en día el monstruo ha crecido, pedimos mucho para que les den la inteligencia a quienes toman las decisiones, y les dé valor y valentía a quienes están día a día cuidando de la ciudadanía y ahora cuidándose a ellos mismos.
“Pedimos por nuestra seguridad en Irapuato, por sus compañeros, porque en estos momentos hay tristeza, coraje, enojo y dolor, es muy válido, pero todo el trabajo que realicen de aquí en adelante tiene que ser con la mente y con el corazón, no de manera visceral”, expresó Agustín Rodríguez García, el sacerdote a cargo del homenaje luctuoso de los policías municipales.
Los elementos de Seguridad dispararon varias salvas al aire, en honor a sus compañeros, el silencio invadió el triste ambiente y ofrecieron un minuto de aplausos por el gran desempeño en la corporación de ambos policías.