De acuerdo al Semáforo Delictivo Guanajuato en lo que va del año se ha registrado un incremento en el delito de extorsión del 163%, en comparación el mismo periodo del 2021, debido a ello Salamanca ocupa el tercer lugar a nivel estatal en extorsión, delito que poco a poco los ciudadanos han perdido el miedo a denunciar, a pesar de ello sigue siendo un secreto entre los empresarios, comerciantes, fijos, semifijos e incluso ambulantes.
Al respecto, David Saucedo consultor en materia de seguridad, señaló tres vertientes motivantes para el aumento en el delito de extorsión como la complicación para la extracción de hidrocarburo de manera ilegal, en segundo que en centros penitenciaros los reclusos tienen la facilidad de realizar llamadas desde el interior de las cárceles y por último el aprovechamiento de bien delincuentes para extorsionar a nombre de grupos delictivos.
“Hay varios factores que están provocando un incremento en el tema de extorsiones, debido a que se complicó la extracción de combustible de los ductos de Pemex, la sobrepoblación en algunos centros penitenciarios lo que genera en su interior lo que se denomina como auto gobierno y que desde ahí se generan actividades delictivas, así como quienes aprovechan esta coyuntura de los grupos criminales para extorsionar en su nombre sin realmente formar parte de ellos como ha pasado en Celaya, Salamanca e Irapuato, que se apoyan la psicosis que hay en varias regiones del estado”, explicó el consultor.
Aunado a ello, David Saucedo determinó que este delito se ha disparado ante la pasividad de las autoridades para hacer frente y reconocer la situación que continúa afectando a empresarios, comerciantes, fijos, semifijos e incluso ambulantes, principalmente dentro de las ciudades del corredor se ha centralizado este ilícito principalmente en tianguis como en caso de Celaya o los mercados municipales en Salamanca.
“Por la mala respuesta de las autoridades que siguen negando la existencia de este delito cuando hay casos que son detectados o cédulas que son detenidas refieren que ya no hay extorsión, pero sabemos que hay una cifra negra muy grande de desconfianza a la autoridad porque los ciudadanos tienen miedo de presentar sus datos personales y que estos caigan en las manos de los delincuentes”, argumentó.
Dentro de este contexto Carlos Arroyo González presidente del Colegio Estatal de Ingenieros Civiles mencionó que de los 10 colegios municipales distribuidos en el estado, de manera recurrente se reportan dos o tres casos de extorsión, robo o asalto. En el caso de las extorsiones generalmente estas se realizan a través de llamadas telefónicas a las oficinas o incluso a los números particulares de los contratistas.