REFLEJOS DE SOL

  · sábado 6 de junio de 2020

PERDEDOR

Ya habíamos comentado en este espacio que al interior del PRI habían iniciado los jaloneos y las grillas por la renovación de los consejos políticos municipales y el tiempo nos ha dado la razón, aunque no imaginamos que el grupúsculo gansteril de Gerardo Sánchez García, quien hundió al tricolor en el tercer lugar en las elecciones del 2018 para la gubernatura, fuera a actuar violentamente como lo hizo el viernes por la noche al allanar la sede del CDE con sujetos encapuchados.

PORRISMO

No es de extrañar que el entonces candidato a gobernador, aquel que decía tener “los pantalones bien puestos”, se haya valido de esa artimaña para tratar de reventar los procesos al ver que ha perdido por completo el control y la representación, no sólo en los consejos políticos municipales, sino también en el Consejo Político Estatal, desde donde maquina apoderarse nuevamente del ex partidazo para el reparto de candidatura$ y posiciones a sus incondicionales.

DENUNCIA

Pero no sólo ello, sino que la dirigencia estatal tricolor ha interpuesto denuncia penal porque los gerardistas causaron destrozos en los archivos, con el fin de borrar evidencias de posibles malos manejos de los recursos del partido, desaparecer documentación que los hunde, cuando ellos estaban en poder del comité, según Alejandro Arias Ávila, secretario general.

RESPONSABLES

En la violenta toma de antier, la dirigencia estatal del PRI responsabiliza directamente al propio Sánchez y al irapuatense Armando de la Cruz Uribe Valle, así como al ex alcalde de Pénjamo, Jacobo Manríquez. Dicen que todo fue planeado desde el motel Flamingos de Irapuato, propiedad de Uribe Valle. No hay que olvidar que estos personajes han estado operando en las elecciones a favor de otros partidos.

INSULTO

Ayuda a que no dé el coronavirus no mentir, no robar, no traicionar, ha dicho López Obrador durante su campaña proselitista sureña y que como él no miente, no roba, no traiciona y es un alma de Dios, por eso no se ha contagiado; sin embargo, esas palabras son una ofensa, un insulto, para la memoria de las 12 mil 545 personas que han fallecido, para los 105 mil 680 que están contagiados pues da a entender que ellos se enfermaron porque fueron mentirosos, rateros y traicioneros. Y qué decir de Ricardo Sheffield Padilla, titular de la PROFECO, y de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública. Ambos se contagiaron del virus. ¿Son eso que dice el tabasqueño?





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