La suspensión del uso del glifosato en los campos agrícolas solamente provocará el encarecimiento de las actividades para el desarrollo de la agricultura en México, antes de hacerlo los legisladores tendrían que cerciorarse de que otros países también dejen de usarlo o de lo contrario la inversión para el campo mexicano será mayor.
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El representante de la Confederación Nacional Campesina (CNC) local, Héctor Ortega Razo, dijo que la prohibición del glifosato debe ser una acción que se ejerza a nivel mundial y no nacional, si es que realmente se quiere proteger al medio ambiente.
El encarecimiento de la agricultura se daría primordialmente en regiones como Zacatecas, donde se necesita de este producto para el establecimiento de frijol y el desarrollo de la actividad tendría que realizarse a mano.
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“Somos un país muy deficitario en ese sentido y el gobierno en lugar de preocuparse porque seamos autosuficientes se preocupa por cosas secundarias, que van haciendo más dura la carga en lugar de que vayan bajando costos se van elevando”, dijo.
En el campo se utilizan muchos agroquímicos para cada hectárea, por lo que se invierten entre 35 a 40 mil pesos tan sólo en estos procesos, con la prohibición del glifosato, la inversión se duplicaría y sería un golpe muy fuerte sobre todo para el bajío que no ha producido las cantidades de grano con las que se deben cumplir a nivel nacional debido a la pandemia.
