Uno de los factores que deben considerarse para que haya policías que no incurran en actos de corrupción, es el hacer más eficientes los exámenes de control y confianza. Sin embargo la tarea también es compromiso de la sociedad de no ser generadores de estas conductas.
El director de la Academia de Policía, Carlos Guerrero Romero manifestó que “el reto es conjunto. No solo es el trabajo de las instituciones, sino también de la sociedad. A fin de cuentas todos provenimos de un núcleo familiar y e ambos casos es fortalecer los valores”.
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Esa, dijo, es también la labor de la academia la de “pulir los valores para fortalecer la integridad de los elementos policiales y se dé un desempeño más comprometido en el respeto a la ley.
Debe atenderse a los errores del pasado. Es un reto importante ya que ´quien no conoce la historia está condenado a repetirla´. No solo enseñar a combatir el crimen”.
Señaló que frente a la graduación de los 30 cadetes de la Tercera Generación es “importante continuar perfeccionando y siendo más estrictos en los exámenes de control y confianza, en la selección de personas y en los procesos de capacitación.
Precisó que aunque el tema salarial es importante, es fundamental para ser policía “el amor al uniforme y de servir a una comunidad”, expresó Guerrero Romero.
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Si bien es cierto que debe existir una estabilidad económica para inhibir los actos de corrupción y cohecho, es también importante que se eviten las conductas de falta de ética.
“No solo es el policía el que puede caer en omisiones, sino que hay alguien que puede hacer caer en esas omisiones. Todo hecho tiene que ser denunciado”, dijo.
Se ha puesto especial énfasis en que las nuevas generaciones de policías no incurran en este tipo de hechos y que tengan una elevada formación en el respeto de los derechos humanos y de las leyes.
