Es un delito realizar llamadas falsas: García Flores

La Secretaría del Ayuntamiento, prepara las denuncias correspondientes para que se sancionen a las personas que efectúan las llamadas falsas, cuyas acciones cuestan al municipio alrededor de 5 mil pesos por cada movilización, informó su titular, Guillermo García Flores.

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“La ciudadanía no ha entendido que el servicio de emergencia es vital dentro de la ciudad, porque desde ahí recibimos todas las denuncias, la ciudadanía no sabemos cuál es la causa, pero han estado haciendo un mal uso del Sistema de Emergencias 911, que a nosotros nos implica factores humanos y recursos económicos, incluso nos han llegado llamadas de broma donde nos piden hasta pizzas y eso sí ha sido un problema recurrente” manifestó el secretario del Ayuntamiento.

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Admitió, que las llamadas de broma, son una problemática recurrente en el estado, tan es así que, el Congreso Local realizó una modificación a la Ley de Seguridad, para que los municipios puedan sancionar; en el caso de Salamanca, se están revisando las estrategias, entre las que se encuentran adecuar ordenamientos para que no quede solamente en una llamada de atención, sino que, también incluya un factor de reparación del daño.

“Que la gente lo sepa, es un delito hacer llamadas de broma a un Sistema de Emergencias y provocar el movimiento de personal y patrullas también representa recurso económico, vamos a empezar a presentar las denuncias y si no lo hizo el titular de la línea pues con todo el dolor de nuestro corazón pero será sancionado y tendrá que pagar una sanción pecuniaria, en el ministerio público o trabajo en favor de la comunidad (…) estamos evaluando qué tipo de sanción vamos a poner”, explicó.

Podría ir a la cárcel, quien realice llamadas falsas.

Agregó que, la mayoría de las llamadas de esta índole que reciben en el 911, son generadas por Jóvenes y niños, por lo que, invitó a los padres de familia a vigilar a sus hijos para que eviten este tipo de actos, ya que, además de la pérdida de recurso, este delito implica la desatención de verdaderos reportes.