Tablajeros e introductores de ganado reportan un decremento de un 40% en la demanda de productos cárnicos, tras el inicio de la cuaresma con el Miércoles de Ceniza y el primer viernes de vigilia, aunado a ello señalaron mermas económicas aquejadas a la cuesta de enero.
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“No se nos han podido recuperar las ventas desde la segunda semana de enero, y es que en estos primeros meses siempre lo que tiene que ver con carne, desde luego que disminuye su comercialización. Las ventas nos han bajado un 40%, tanto en el inicio de año como a partir de que comenzó la cuaresma, temporada baja para el consumo de carne”, argumentó Carmelo Rodríguez, tablajero desde hace más de 30 años en el Tomasa Esteves.
En este mismo contexto, introductores de ganado refirieron que si bien la demanda de carne en Salamanca se ve disminuida en esta temporada, sin embargo el sacrificio de animales se mantiene de manera habitual, debido a que en este periodo no muchos salmantinos siguen el ayuno de carnes rojas, por el encarecimiento de productos marítimos, el pollo y el huevo.
“Mucha gente ya no guarda esta tradición, por el pescado y marisco sube mucho en la cuaresma, desde la semana pasada empezó a subir, por lo que la gente no tiene para comprar pescado, pollo o hasta huevo, con la dispensa pero hay que comer lo que hay”, indicó Rodrigo Madrigal.
De igual manera, la mayor parte del sector de los tablajeros y comerciantes en general, aseguraron que los primeros meses del año resultan particularmente difíciles, porque además de que las ventas disminuyen, la mayoría de los comerciantes no se ha incorporado al nuevo régimen fiscal y eso ha provocado que un porcentaje de la clientela haya dejado de consumir en el mercado municipal y acuda a las tiendas departamentales para poder obtener factura.
“Es muy importante capacitarnos en materia fiscal, pero también es muy complicado porque cómo le va hacer alguien que vende verdura, carne o comida ya preparada pueda facturar hasta por 100 pesos o menos que es lo que realmente se vende, no todos los días se tienen buenas ventas, hay ocasiones en que sólo vendemos lo mínimo para sacar gastos”, mencionó Enrique Granados.
Igualmente comerciantes de frutas y verduras sostuvieron que el panorama se vislumbra difícil porque en el municipio hay falta de oportunidades y generación de empleo, pues a decir de ellos no se ha registrado ningún impacto positivo que derive de la generación de nuevas plazas laborales.
“Los comerciantes la seguimos padeciendo y no sólo nosotros, toda la gente. Tenemos clientes que anteriormente compraban muy bien y ahora ya casi todo va medido se compra lo que se consume y no más”, agregó Isidro Núñez, vendedor de verdura.
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