Salamanca, Gto.- El fallecimiento de Miguel Granados Baeza, conmocionó a la esfera social y política de Salamanca, al tratarse de un hombre que dedicó gran parte de su vida en el saneamiento del Rio Lerma, una lucha que con su partida queda pendiente.
Fungió como presidente de la Unión Ambientalista Valle de Lerma, durante mas dos décadas, a través de las cuales se dedicó a defender las cuestiones ambientalistas de Salamanca y Valle de Santiago, trabajo siempre en la concientización de la contaminación ambiental y promovió proyectos para la creación de espacios verdes en la ciudad y también se encargó de presentar un iniciativa para ampliar el Ecoparque.
Sin embargo, ese no fue el único aporte que el ambientalista efectuó a lo largo de su vida, pues también incursionó en la izquierda política salmantina, como candidato a la presidencia de Salamanca en 1998 por el PRD, fiel siempre a sus convicciones y firme en sus decisiones, carrera que desafortunadamente perdió contra el panista Samuel Alcocer, su derrota, no impidió que siguiera alzando la voz en pro del medio ambiente, participando arduamente en foros y conferencias que aportaran a esta iniciativa.
Fue un hombre que insistió a las administraciones municipales en la creación de reglamentos que antepusieran la voluntad de los salmantinos, en dónde proyectos como el mantenimiento constante a la Ribera del Río Lerma, fueran considerados como prioritarios, su participación más reciente fue en 2023, luego de proponer al alcalde César Prieto Gallardo, La realización de una consulta popular para utilizar las instalaciones del Ecoparque como recinto ferial.
Miguel Granados Baeza, fue descrito por sus amigos y familiares como un hombre honesto con sus principios ambientalistas y políticos y ante la derrota nunca fue un rebelde, si no que se apego a todos los conductos legales que estaban a su disposición.
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La muerte de Granados Baeza, deja un vacío muy fuerte en el gremio ambientalista, sobre todo en un municipio como Salamanca, en donde la situación de contaminación es cada vez mayor y los activistas son pocos.