Mantienen jornada de prevención de violencia en el noviazgo

En México, el 76% de los adolescentes entre 15 y 17 años de edad ha sufrido violencia psicológica, sexual y física durante el noviazgo, esto de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN), es por ello que, el Centro de Integración Juvenil (CIJ), mantiene jornadas de prevención de violencia en el noviazgo en escuelas del municipio, además de revisar los nuevos mecanismos que implementan las parejas para celar a través de la violencia digital.

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En ese sentido, María Elena Becerra, directora del CIJ Salamanca, aseguró que, aunque no cuentan con casos de atenciones específicamente por violencia en el noviazgo, los han referido en situaciones, donde hay consumo de alcohol u otras sustancias en alguna de las personas que conforma la pareja.

“Estamos pasando de un salón a otro con algunas actividades, lo que estamos revisando es la violencia digital hacia las parejas, es decir, el control que se tiene por inseguridad, ahora los celos se han transformado y tienen otros mecanismos de actuación al pedir contraseñas y revisar teléfonos celulares, y se agregan otras cosas como el tener cercado el convivio con amistades o familiares y también uso del tiempo libre de los gustos, la elección de proyecto de vida sujetos a lo que quiere la pareja controladora, incluso, puede haber esta situación de tener información más íntima que puede usarse como chantaje a la persona”, explicó.

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. La violencia en el noviazgo es un problema social por las implicaciones y el desgaste que ocasiona, pero, también de salud pública por el número de casos, así como por las consecuencias que genera en los individuos.

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Se puede considerar que existen en cada pareja dos realidades emocionales: la que es producto de la historia de aprendizaje del varón y la que es propia de la mujer. Las diferencias entre ambas perspectivas será lo que marcará los posibles conflictos en la relación de pareja, derivados de las diferentes conceptualizaciones o significados psicológicos que cada integrante pueda tener de las experiencias vividas.