Inicialmente soñaba con ser jugador profesional e incluso llegó a estar a prueba para ingresar a Fuerzas Básicas del Club Celaya, sin embargo al no conseguir el objetivo decide incursionar en el mundo del arbitraje donde poco a poco ha ido forjando el carácter, ahora espera probar suerte a nivel profesional.
Ambrosio Banda Ramírez, conocido como Edwin, es un silbante amateur al cual se le puede ver con mayor frecuencia en partidos de la Liga Salmantina de Futbol, anteriormente había impartido justicia en torneos y ligas fuera de Salamanca, ahora busca ser “profeta” en su propia tierra.
Edwin actualmente tiene 21 años de edad y desde los 19 años es árbitro amateur. “Decidí buscar otra meta asociada al futbol, inicialmente soñaba con ser jugador profesional, estando una semana a prueba en Celaya, sin embargo las cosas no se dieron y ahora aquí estamos”.
A ello agrega: “Todo comenzó con querer saber lo que se sentía ser árbitro, ahora se ha vuelto una pasión que disfruto día a día, llevo dos años”.
A lo largo de dos años ha sido a torneos como Copa Moderna Monterrey, Nuevo León 2019 (árbitro central), Copa Jalisco, Guadalajara 2021 (4to árbitro), Copa Pascua León, Guanajuato 2021 (árbitro central), Copa Porteña Lázaro Cárdenas, Michoacán 2021 (árbitro central), Torneo Mi Barrio Silao, Guanajuato 2021 (asistente dos), Copa Pony Ruiz Purísima del Rincón, Guanajuato 2021 (árbitro central), Copa Pirma León, Guanajuato 2021 (árbitro central).
Atrás de él, con su apoyo, ha estado su esposa María Guadalupe Zavala e hijo, Hermana Deysi Ramírez, así como sus abuelitos María Refugio y José Pablo Ramírez.
En sentido de agradecimiento añade a la lista a Lulú García y su esposo Gerardo Hernández; además de José Alfredo Jaramillo, padre e hijo. Así también a Marco Antonio “El Gato” Ortiz, árbitro profesional por sus enseñanzas y consejos.
Con respecto a la experiencia acumulada como árbitro señala: “He ido forjando el carácter, a veces da la sensación que todo mundo está en contra de uno, se experimenta presión que uno debe sobrellevar, con el paso del tiempo uno aprende a dominar las emociones y a tener mejor apreciación de las jugadas, se vuelve una pasión inexplicable, que se vive día a día, en cada partido”.
Con respecto a las metas que tiene dentro del arbitraje, señala: “Espero superarme y probar suerte en el arbitraje profesional, afortunadamente cuento con el apoyo del Colegio de Árbitros Benito Juárez de Guanajuato capital y Xidoo de Salamanca.
