La marsellesa puede ser uno de los himnos que se escuchen en la gran final en el estadio Luzhnikí. Francia, con una generación brillante, parte como uno de los países favoritos a levantar el título.
El poderío galo creció en los últimos años con las apariciones de Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé. Los elementos del PSG y Barcelona, respectivamente, son dos de las principales armas de los franceses. Si a ellos se les une el poder goleador de Antoine Griezmann y la explosividad de Paul Pogba, además de la experiencia de elementos como Hugo Lloris y Oliver Giroud, Didier Deschamps tiene un plantel capaz de levantar el título.
La gran camada francesa le permite a Deschamps hasta prescindir de jugadores como Karim Benzema, Franck Ribery o André-Pierre Gignac.
Les Bleus tiene dos décadas de no faltar a la justa mundialista, aunque en dos ocasiones no superó la fase de grupos (Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010).
Su última participación fue aceptable, aunque se quedó en cuartos de final. Los galos fueron superados por Alemania 1-0. Cuatro años después buscan revancha. A los teutones se los pueden encontrar en las últimas instancias.
Francia no tiene que tener problemas para superar la fase de grupos, Australia, Perú y Dinamarca están algunos escalones debajo de los galos.
Los franceses están señalados como favoritos junto a teutones y brasileños.
Deschamps, capitán de Les Bleus en 1998, puede convertirse en uno de los pocos afortunados en alzar la copa como jugador y técnico. Hace veinte años, junto a Zinedine Zidane, Febian Barthez, Liliam Thuram y Emmanuel Petit, Didier superó al Brasil de Ronaldo. Ahora desde la banca buscará la segunda estrella para los gallos.
Francia es favorito, su generación, que puede explotar en Qatar 2022, quiere hacerlo desde ahora.