Hace medio siglo en el Templo de San Antonio de Padua, Armando García Valle y Ernestina Rendón Alfaro, unían sus vidas para siempre ante la presencia de sus padres, padrinos y seres queridos, que fueron testigos de la formación de la familia García Rendón.
Tal y como hace 50 años, Ernestina y Armando renovaron sus votos matrimoniales, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, ahora acompañados de sus hijos, nueras, yernos, nietos
y seres queridos que se unieron a sus oraciones y festejo de bodas de Oro.
Tomados de la mano, junto a sus hijos, Israel, Edith, Ivette, Abraham y Monserrat, Armando y Ernestina una vez refrendaron su mutuo amor y se entregaron los anillos, las arras, nuevamente se les colocó el lazo nupcial y recibieron la bendición de parte del Padre, Gabriel Arena, amigo de la familia, quien vino de la ciudad de Guanajuato, exclusivamente a éste festejo de la familia García Rendón.
Junto a los festejados los acompañaron amigos y familiares, algunos procedentes de California, Córdova Veracruz, Toluca, Minatitlán, México y Guanajuato, quienes los colmaron de abrazos y felicitaciones.
Inolvidable fue la velada que vivieron Armando y Ernestina, realizada en el elegante salón del recuerdo, en donde junto a sus seres queridos bailaron dos canciones especiales, “Con los años que me quedan” y “Andalucía”.
Los brindis fueron en honor de Armando y Ernestina, quienes en todo momento se demostraron su gran amor, mismo que han tenido desde hace 50 años.