Luis Omar Montoya Arias
Irapuato necesita obra pública en las colonias y en los fraccionamientos del sur de la ciudad: entiéndase de la Calzada de Guadalupe hacia la Deportiva Sur. Si la inversión en la materia se concentra en las grandes avenidas (todas hacia el norte del pueblo) es porque deja mayores ganancias a los contratistas y al gobierno le ofrece márgenes amplios de maniobra política. El sur de Irapuato es un gueto: necesita inversión en obra pública. Basta de todo gastarlo en el norte de la ciudad.
Las calles del sur de Irapuato están polvorientas, terregosas: en el abandono. Ojalá políticos como la priista, Karen Guerra, atiendan la situación. El Presidente Municipal panista, sólo mira hacia el norte de Irapuato. Menciono a Karen porque es una gran política: honesta, capaz, íntegra y con solvente formación académica. Irapuato, de hecho, necesita en la Presidencia Municipal, a un gobernante con el perfil político, profesional y humano, como el que detenta la priista, Karen Guerra.
Ojo con Fernanda Martínez Arriaga, líder municipal de México Libre, plataforma política respaldada por Felipe Calderón y Margarita Zavala. Ofrece un gran perfil político. En el corto plazo, será una de las cartas fuertes para ser elegida como presidenta municipal de Irapuato. Cumple con los requerimientos para ser candidata a diputada local. Martínez Arriaga, líder de México Libre Irapuato, talentosa y preparada, demuestra que el futuro de la política irapuatense, está con las mujeres.
Irapuato necesita una nueva central camionera. Todos los mercados de la ciudad esperan su remodelación. El alumbrado público sigue en pausa: debe ser actualizado. Los barrios ruegan por una mejora en la vigilancia y contención de los delitos del fuero común. Las calles piden un replaqueo en sus esquinas. Las campañas de vacunación deben ser más agresivas y cercanas a la gente, como en antaño. Si no es ahora, ¿cuándo? Los irapuatenses claman por una verdadera transformación del servicio colectivo de transporte público: las combis son viejas, destartaladas, sucias, contaminantes, ruidosas y operadas por choferes groseros. Los irapuatenses queremos que nuestra ciudad deje de ser un pueblo grandote.