El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se manifestó “profundamente preocupado” por los protocolos del programa que el Instituto Nacional de Migración (INM) inició el pasado 26 de noviembre para regularizar y reubicar a miles de migrantes –en su mayoría haitianos varados en Tapachula, Chiapas–, y advirtió que lejos de representar una solución a la crisis migratoria se está convirtiendo una tragedia para la niñez.
“La situación de los niños migrantes en Tapachula, mientras están esperando su traslado a otros estados, es muy preocupante porque están viviendo situaciones que no son adecuadas para su bienestar ni desarrollo”, expresó en entrevista a El Sol de México, Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de Unicef en nuestro país.
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Según detalló, el estadio Olímpico de Tapachula, donde están quedándose las familias de migrantes, ya es insuficiente para tantas personas y los niños no tienen espacio “para jugar, ni siquiera para estar tranquilos”, algo que resulta especialmente alarmante debido a la pandemia de coronavirus.
Además de pasar largas horas bajo el sol –agregó– los niños están expuestos a la basura y las condiciones de higiene son casi inexistentes ya que ni siquiera hay acceso a agua para asearse o para cubrir sus necesidades de higiene.
También aseguró que hay muchas carencias en cuanto a alimentación, pues durante un recorrido por la ciudad chiapaneca observaron niños que sufren desnutrición, deshidratación y muchos más tienen enfermedades diarreicas y respiratorias. “Lo digo claramente, nunca había visto nada así. Filas de hasta cuatro mil personas esperando subir a los autobuses para ser reubicados, niños expuestos por horas bajo el sol, sin qué comer, sin agua. Es una situación realmente muy preocupante. Es normal que la gente tiene que esperar, pero deben hacerlo en condiciones dignas y más los niños”, dijo.
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De acuerdo con Unicef, 40 por ciento de los migrantes en espera de que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) resuelva su solicitud de asilo, son niñas, niños y adolescentes.
Pressia Arifin-Cabo destacó que el programa del INM no está siendo una solución al problema de sobrepoblación migrante al que se enfrenta Tapachula, pero ya es “una tragedia” para los menores.
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