Como cada año los salmantinos disfrutaron de la tradicional “Agua de Dolores” que se ofrece a las puertas de la Casa de la Cultura y en los domicilios de las familias que conservan esta arraigada costumbre religiosa.

Una vez más la feligresía católica de Salamanca refrendó su veneración a la Virgen de los Dolores y se instalaron altares, desde luego que no podía faltar el agua de dolores que representa las lágrimas derramadas durante la pasión de Jesucristo y la sangre derramada para la salvación.

El agua de dolores concentra el singular sabor de la lima, el betabel, la lechuga, el plátano, la manzana y la naranja, elementos que se mezclan y dan como resultado un líquido color rojizo con trozos de fruta picada. Con el paso del tiempo, a la tradición de regalar el agua de dolores se la ha adicionado obsequiar nieve.

Como desde hace varias décadas, este Viernes de Dolores, el Cronista de la Ciudad, Juan José Rodríguez Chávez, se encargó de coordinar la elaboración del agua que en la Casa de la Cultura se ofreció a la feligresía salmantina.

Viernes de Dolores en México

En México, la conmemoración religiosa a la Virgen de Dolores es una tradición que se remonta a la época de la conquista y que hasta la fecha mantiene gran arraigo.

El altar en honor a la Virgen de los Dolores que se instala el viernes anterior al Domingo de Ramos y con el que inicia la Semana Santa, es una tradición propia de la Cuaresma, lo mismo que la elaboración del agua de frutas o mejor conocida como “Agua de Dolores”, costumbre que subsiste en gran parte del territorio nacional.