BANDA

Señales que deben empezar a dar confianza a la sociedad son precisamente las buenas noticias surgidas en Celaya, en donde fue desarticulara una banda de peligrosos y sanguinarios extorsionadores que pudieran estar relacionados con el artero crimen contra dueñas de tortillerías en aquella ciudad. A los maleantes, que por lo visto no se han puesto a pensar en sus mamacitas, tenía en su poder armas de grueso calibre, joyas y dinero en efectivo producto de su actividad criminal.

GOLPE

Un duro golpe, sin duda, contra el crimen organizado por parte del gobierno del estado a través de la Fiscalía General. Hay varios sujetos detenidos que esperemos no haya un juez corrupto por ahí que los deje en libertad, alegando violación a sus “derechos” humanos y al debido proceso. Lo grave de esta gavilla de rufianes es que entre sus integrantes hay un policía y un tránsito municipal. ¿Y el examen de control y confianza? ¿Ya es inoperante?

GUÁCALA

Esto demuestra una vez más que los tibios y paternalistas llamados presidenciales a los delincuentes para que “se porten bien”, no están dando resultados. Pero bien dijo el gobernador Diego Sinhue que en Guanajuato “quien la hace la paga” y que la delincuencia “ni fuchi ni guácala”, sí a la aplicación de la ley como va y, la captura de estos bandidos, es una muestra de que el mandatario no se anda por las ramas como sí lo hace el inquilino de Palacio Nacional.

AMINISTÍA

Por lo que se refiere a Irapuato, sacudido también por la marea de homicidios dolosos, el alcalde declaró que los delincuentes “deben estar abatidos o en la cárcel” pero no en la calle. Ortiz expresa su rechazo a la Ley de Amnistía que propuso el “supremo y amado líder” que solo da un mensaje de impunidad, lo que provoca que la gente de bien busque hacerse justicia por propia mano y tiene razón. El hartazgo social está rebasando todos los límites.

TEATRO

Y no podía ser de otra manera la noche del grito de independencia en la Ciudad de México. Los héroes nacionales pasaron a segundo término. Se rompió brutalmente una tradición, un protocolo, para lanzar “vivas” a diestra y siniestra para alimentar su ego. Era la conmemoración del inicio de la gesta libertaria y por lo tanto debió vitorear solamente a los héroes mexicanos.

SIMULACIÓN

No tenía por qué ser contaminado este festejo con, volvemos a lo mismo, una sarta de ocurrencias festejadas por los miles de acarreados llevados al zócalo para echarle porras a ya saben quién. Y, por lo que vimos, esa noche no hubo austeridad republicana ni pobreza franciscana. Pobre México.