El circo en Salamanca

Se veía animales tomar agua en el rio y en las piletas de la ciudad

Guadalupe Trejo | El Sol de Salamanca

  · miércoles 20 de enero de 2021

El Circo Atayde y el Unión se colocaban sobre la calle Pase Río Lerma. Fotos: Cortesía Enedino Chavira

El circo, uno de los espectáculos enfocados al entretenimiento más antiguos del mundo tiene historia en este municipio, que quedó grabada en antiguas fotografías que hoy dan muestra de cómo eran las visitas que realizaba este espectáculo al Salamanca de los años 50s.

Animales tomaba agua en el río y las piletas ubicadas en la ciudad.


Enedino Chavira, un salmantino que vivió en esta grandiosa época, relata cómo era la vida en esos días y como este espectáculo asombraba a chicos y grandes quienes disfrutaban de los actos acrobáticos y de los animales que eran sacados a tomar agua al río Lerma y a la pileta ubicada en el Jardín Hidalgo.


“A Salamanca llegaban dos circos, el Circo Atayde y el Circo Unión que se instalaban en lo que hoy conocemos como calle Río Lerma, donde también se ponía la rueda de la fortuna y demás juegos mecánicos. Pero los circos también se ubicaban en donde hoy está la escuela Pemex, entre la calle Carranza y la secundaria 18 de Marzo”, refirió Enedino.

El Circo Atayde, uno de los más emblemáticos del país que nació en el año de 1888, se colocaba en esta ubicación. Enedino relató cómo los elefantes pertenecientes a este espectáculo eran sacados por sus cuidadores a tomar agua a una pileta que estaba en el parque llamado en ese entonces Jardín Hidalgo (hoy Jardín San Antonio).

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“En ese lugar había una columna en medio de la pileta con el busto de Hidalgo y veíamos a los elefantes tomando agua, pero el espectáculo más emocionante eran los trapecistas que veíamos como ángeles volando por el cielo, en ese tiempo era algo muy impresionante que hasta los niños de la época tratábamos de imitar”, dijo.

Otro de las distracciones que impresionaban a chicos y grandes eran los leones, elefantes, antílopes y cebras, que también venían como parte del atractivo del circo y que se mantenían en un terreno junto a la instalación. A este atractivo los salmantinos le llamaban el zoológico el cual también se podía visitar por una módica cantidad de dinero.