Por segundo año consecutivo y para preservar la salud de los salmantinos se cancelará la colocación del tradicional altar dedicado a la Virgen de los Dolores en Casa de la Cultura, así como la entrega de agua fresca y nieve a las personas que acudían a visitarlo.
Fue en 1992 cuando comenzó la tradición de colocar el altar dedicado a la Virgen de los Dolores, esta costumbre fue traída a Salamanca por los frailes agustinos, indicó el cronista de la ciudad Juan José Rodríguez Chávez.
“La tradición viene del siglo XV de la ciudad de Colonia Alemania y fue traída por los españoles a través de los frailes agustinos quienes fueron muy devotos como orden religiosa a nuestra Señora de los Dolores y como tuvimos agustinos en Salamanca por eso se difundió la veneración y devoción a la virgen”.
Explicó que el color morado que se coloca en el altar representa el luto de la iglesia católica pero también puede incluir elementos en color blanco, amarillo o rojo. Las flores tradicionales son la nube, el alhelí, la mostaza o la gladiola roja, que representa la sangre de Jesucristo, además se incluyen elementos como los tres clavos, la cruz o la corona de espinas que representan la pasión de Cristo.
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“El agua de dolores o la nieve representan las lágrimas que derramó María. Esta tradición aún se preserva en Salamanca, en muchas familias que acostumbran poner mesas fuera de las casas y en las banquetas para regalar el agua o la nieve”, dijo.
Aunque nuevamente no se colocará el altar en la Casa de la Cultura la tradición persiste en muchos hogares, quienes han heredado esta costumbre de generación en generación.