En los últimos cuatro años, las farmacias recibieron más pagos con tarjeta de crédito que en efectivo, debido al menor poder adquisitivo de las personas, el encarecimiento y escasez de medicamentos en el sector público, indicó Óscar Zavala, presidente de la Unión Nacional Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios (UNIFACC).
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), entre 2018 y 2022 el uso de tarjetas de crédito en farmacias aumentó 78.7 por ciento. Entre 2019 y 2020 el aumento de este método se elevó en un dígito, mientras que en 2021 y 2022 el incremento fue de más de 20 y 32 por ciento anual, respectivamente.
“Debido a la pandemia, la inflación y la escasez de medicamentos e insumos, las personas sufrieron una pérdida catastrófica del poder adquisitivo para servicios de salud, insumos y medicamentos”, comentó el director a El Sol de México.
Zavala explicó que actualmente, 60 por ciento de las compras en farmacias con medios electrónicos son tarjetas de crédito, cuando antes de la pandemia del Covid-19 este método de pago se usaba en solo 10 por ciento de estas transacciones.
De acuerdo con el presidente de la UNIFACC, en los primeros seis meses de la pandemia hubo un crecimiento de 222 por ciento en los pagos en efectivo de medicinas de alta especialidad, insumos para la salud y dispositivos médicos en farmacias. Para 2021, estos pagos se estabilizaron y crecieron a una tasa mensual de cinco por ciento. A partir del segundo año de la pandemia, se empezó a incrementar el pago con tarjeta de débito y para el último trimestre de 2021 fue que comenzó el crecimiento en el uso del crédito.
“Entre el segundo trimestre de 2022 y lo que va de este año, los pagos con tarjeta de crédito en las farmacias que tenemos afiliadas aumentaron 128 por ciento”, dijo el representante del organismo.
MEDICINAS CARAS Y ESCASAS
El encarecimiento de los productos farmacéuticos ha sido otra de las razones para su compra a meses. El monto pagado por esta vía en dichos establecimientos aumentó 98 por ciento en los últimos cuatro años, periodo en el que los precios de medicamentos y aparatos médicos se elevó en más de 24 por ciento, por arriba de la inflación general.
Antonio, quien padece de los pulmones, debe adquirir un aerosol cada mes cuyo costo es cercano a los mil pesos. Compartió a este medio que desde finales del año pasado optó por comprar este producto con su tarjeta de crédito para poder hacer el pago a meses y generar puntos en su tarjeta, los cuales utiliza en la misma farmacia.
Por otro lado, el desabasto de medicamentos en clínicas y hospitales del sector público llevó a las personas a comprar en farmacias privadas, la mayoría con productos genéricos, indicó Zavala.
El Colectivo Cero Desabasto señala que entre 2018 y 2021 los amparos por desabasto de medicamento en el sector público crecieron más de 10 veces, al pasar de 220 a dos mil 307.
“Antes de la pandemia, los mexicanos utilizaban o erogaban 15 por ciento de su ingreso mensual en la compra de medicamentos o insumos para la salud, esto hablando de pacientes con enfermedades crónico degenerativas, que son quienes más gastan. Hoy en día, debido a la falta de medicamentos y a la inflación, esta proporción pasó a entre 40 y 48 por ciento de los ingresos mensuales”, refirió el presidente de la UNIFACC.
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Añadió que en la actualidad seis de cada 10 pacientes que acuden a servicios de farmacias con consultorios adyacentes tienen seguridad social.
“Esto quiere decir que no están teniendo los servicios que esperan de instituciones como el IMSS o el ISSSTE, no reciben la atención médica ni los medicamentos para atender sus necesidades”, concluyó.
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