/ miércoles 20 de marzo de 2024

Víctor corrió con suerte y escapó de la “esclavitud moderna”. Columna: Historias del Estado Número 33. (No. 16)

Hoy en día es muy común ver en las redes sociales a paisanos nuestros que suben videos donde presumen ganar hasta 50 mil pesos al mes en Canadá cortando carne, lavando autos o haciendo jardinería. Muchos migrantes mexicanos y de varios países de América Latina aseguran que “el sueño americano también está en Canadá”. No obstante, no todas las historias tienen un final feliz.

Víctor, un migrante mexicano, comentó en una entrevista sobre su experiencia: “Te enganchan diciéndote que no te arriesgarás a cruzar desiertos o ríos para acceder a un empleo bien pagado. Pero cuando llegas a Canadá, la realidad es otra. El trabajo es muy pesado, mal pagado y te mantienen aislado, durmiendo en el mismo cuarto con hasta quince personas y compartiendo el mismo baño. Quienes te llevan te cobran hasta por respirar… La verdad es que esto, para quienes somos migrantes, es vivir la peor pesadilla”. Víctor fue víctima de lo que se conoce como “esclavitud moderna”, actividad que, advierten expertos, es cada vez más común y de la que muchos no logran huir.

Según el Índice Global de Esclavitud desarrollado por la Fundación Walk Free, en la actualidad existen 50 millones personas en situación de esclavitud moderna, de las cuales 28 millones realizan trabajos forzados. Algunos especialistas creen que el crecimiento de personas que caen en este tipo de esclavitud se debe, en gran medida, al contexto tan complejo que hemos vivido los últimos tres años. (Me refiero a los desastres naturales, crisis de gobernabilidad en varios países, y los impactos causados por el Covid-19.)

Desafortunadamente, este contexto ha generado altos índices de desempleo, aumentando la pobreza extrema y, en consecuencia, ha motivado la migración forzada que, de alguna manera, pone a los migrantes como potenciales víctimas de la esclavitud moderna.

Algunos defensores de los derechos humanos creen que las personas que deciden migrar a Canadá representan una oportunidad para la creación de células delictivas. Distintos medios de comunicación canadienses hablan de una red bien articulada de reclutadores que ofrecen trabajo y que los terminan convirtiendo en esclavos modernos. Autoridades de Canadá estiman que México es el país de América Latina de donde más personas son engañadas para laborar en su país, seguido de naciones como Filipinas, India, Polonia y China. Por su parte, en el reporte de la Fundación Walk Free habla de que los migrantes indocumentados tienen hasta tres veces más probabilidades de caer en el trabajo forzado.

Como hemos visto, hoy los peligros de la migración ya no son sólo morir en el desierto, en el río o abandonados en una caja de tráiler. En la actualidad, la esclavitud moderna también acaba con sueños y los convierte en pesadillas de las que, sin saberlo, todos podríamos ser víctimas. Víctor logró escapar de la esclavitud moderna y, actualmente, se encuentra en Atlanta, Georgia, buscando una nueva oportunidad de salir adelante.

La historia de Víctor puede ser la de cualquiera que esté por tomar la decisión de dejar su hogar, a sus seres queridos y jugarse, literalmente, la vida. Esperemos que en los próximos debates presidenciales en México, también se hable de personas como Víctor y las propuestas se conviertan en oportunidades que les permita quedarse en su tierra, México.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez

Hoy en día es muy común ver en las redes sociales a paisanos nuestros que suben videos donde presumen ganar hasta 50 mil pesos al mes en Canadá cortando carne, lavando autos o haciendo jardinería. Muchos migrantes mexicanos y de varios países de América Latina aseguran que “el sueño americano también está en Canadá”. No obstante, no todas las historias tienen un final feliz.

Víctor, un migrante mexicano, comentó en una entrevista sobre su experiencia: “Te enganchan diciéndote que no te arriesgarás a cruzar desiertos o ríos para acceder a un empleo bien pagado. Pero cuando llegas a Canadá, la realidad es otra. El trabajo es muy pesado, mal pagado y te mantienen aislado, durmiendo en el mismo cuarto con hasta quince personas y compartiendo el mismo baño. Quienes te llevan te cobran hasta por respirar… La verdad es que esto, para quienes somos migrantes, es vivir la peor pesadilla”. Víctor fue víctima de lo que se conoce como “esclavitud moderna”, actividad que, advierten expertos, es cada vez más común y de la que muchos no logran huir.

Según el Índice Global de Esclavitud desarrollado por la Fundación Walk Free, en la actualidad existen 50 millones personas en situación de esclavitud moderna, de las cuales 28 millones realizan trabajos forzados. Algunos especialistas creen que el crecimiento de personas que caen en este tipo de esclavitud se debe, en gran medida, al contexto tan complejo que hemos vivido los últimos tres años. (Me refiero a los desastres naturales, crisis de gobernabilidad en varios países, y los impactos causados por el Covid-19.)

Desafortunadamente, este contexto ha generado altos índices de desempleo, aumentando la pobreza extrema y, en consecuencia, ha motivado la migración forzada que, de alguna manera, pone a los migrantes como potenciales víctimas de la esclavitud moderna.

Algunos defensores de los derechos humanos creen que las personas que deciden migrar a Canadá representan una oportunidad para la creación de células delictivas. Distintos medios de comunicación canadienses hablan de una red bien articulada de reclutadores que ofrecen trabajo y que los terminan convirtiendo en esclavos modernos. Autoridades de Canadá estiman que México es el país de América Latina de donde más personas son engañadas para laborar en su país, seguido de naciones como Filipinas, India, Polonia y China. Por su parte, en el reporte de la Fundación Walk Free habla de que los migrantes indocumentados tienen hasta tres veces más probabilidades de caer en el trabajo forzado.

Como hemos visto, hoy los peligros de la migración ya no son sólo morir en el desierto, en el río o abandonados en una caja de tráiler. En la actualidad, la esclavitud moderna también acaba con sueños y los convierte en pesadillas de las que, sin saberlo, todos podríamos ser víctimas. Víctor logró escapar de la esclavitud moderna y, actualmente, se encuentra en Atlanta, Georgia, buscando una nueva oportunidad de salir adelante.

La historia de Víctor puede ser la de cualquiera que esté por tomar la decisión de dejar su hogar, a sus seres queridos y jugarse, literalmente, la vida. Esperemos que en los próximos debates presidenciales en México, también se hable de personas como Víctor y las propuestas se conviertan en oportunidades que les permita quedarse en su tierra, México.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez

ÚLTIMASCOLUMNAS
Cargar Más