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Existe una tradición franciscana donde los novios se colocan una corona de pan al centro de la cabeza, la cual lleva confeti y colaciones, así como un collar de dulce conocido como alfeñiques, mientras que las familias del novio y la novia se arrojan huevos de confeti
Al pié del altar, Lupita y Saúl se juraron amor eterno, ante la presencia de sus padres, por parte de la novia, Francisco Prieto y Sanjuana Prieto y por parte del novio, Saúl Prieto y María Martínez.
La novia entró a la Iglesia del brazo de sus padres, Antonio Zamora Rodríguez y Rosa María Hernández López, quienes la entregaron en mano de su prometido al pie del altar que estaba junto a sus abuelitos, José Luis Balderas y Ma. Belem Martínez Ortega.
Al final de la ceremonia religiosa la nueva familia católica recibió las muestras de cariño de sus amigos y familiares, quienes les desearon dicha y felicidad.