El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) “opera con déficit”. La institución usó tres mil 516.3 millones de pesos provenientes de la Reserva Financiera y Actuarial del Seguro de Salud (conformada por las reservas del pago de pensiones y de seguros de invalidez, vida y riesgo de trabajo), para cubrir pagos a sus proveedores en 2021.
De acuerdo con el Informe Financiero y Actuarial aprobado el 28 de junio de 2022, la reserva financiera para pagar los seguros de invalidez y el seguro de vida han cubierto, en promedio, “89.6 por ciento de los gastos” de la institución en los últimos cinco años.
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A pesar de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer el pasado 7 de noviembre que los cambios a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en materia de capitalización al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios para el próximo año no prevén obtener recursos de otras tesorerías o reservas del sector público, el ISSSTE ha aplicado ese modelo para poder brindar sus servicios. Hacienda enfatizó que “los fondos de ahorro para el retiro, las reservas del IMSS, ISSSTE, Infonavit, bonos de pensiones y acciones de las Siefores no aplican para esta ley”, aunque aclaró que la nueva norma permite determinar quién puede hacer uso de esos recursos y para qué fines.
El Informe Financiero al que tuvo acceso El Sol de México señala que en diciembre de 2020, para definir el presupuesto de 2021, la Junta Directiva del Instituto autorizó, mediante el acuerdo 3.03.E.2020, la disposición y uso de recursos de la Reserva Financiera y Actuarial del Seguro de Salud por un monto de 11 mil 575 millones de pesos para el pago de pasivos de ejercicios anteriores.
De ese monto se transfirieron seis mil 166.6 millones de pesos, de los cuales sólo se utilizaron tres mil 516.3 millones de pesos para dar “cumplimiento al compromiso de atender el pago a proveedores mediante el uso de las reservas conforme a los solicitado en el acuerdo” de diciembre de 2020. En el documento no se precisa el destino de los dos mil 650 millones de pesos restantes.
Algo similar ocurrió en 2019, cuando la institución informó que se usaron las reservas financieras para el pago de proveedores y para mejorar la infraestructura hospitalaria.
En la sesión de la Junta Directiva del 22 de noviembre de ese año, el máximo órgano de gobierno del ISSSTE, se informó que se utilizaron seis mil 980 millones de pesos para el pago de proveedores y para “solventar el déficit de las administraciones pasadas”.
A la llegada de Pedro Zenteno a la dirección del ISSSTE, el mecanismo de usar recursos provenientes de los trabajadores pensionados y de los seguros de invalidez, vida y riesgo de trabajo se mantiene.
Al cierre de 2021, los ingresos del Instituto ascendieron a 107 mil 484 millones de pesos, mientras que el total de gastos y costos fue de 116 mil 294 millones de pesos, lo que generó un déficit de ocho mil 810 millones de pesos para su operación.
Adicionalmente, el ISSSTE recibió transferencias del gobierno de la Cuatroté por 14 mil 322 millones de pesos, lo que representó ingresos disponibles por cinco mil 512 millones de pesos.
Dicho monto es insuficiente para enfrentar los 121 mil 702 millones de pesos en pasivos de la institución, de los cuales siete mil 640 millones de pesos fueron devengados en años anteriores, 28 mil 283 millones de pesos corresponden a “pasivos contingentes”, 13 mil 418.6 millones de pesos a pasivos laborales y 72 mil 360.5 millones de pesos a adeudos de cuotas y aportaciones.
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Tanto la institución como el auditor independiente Lockton, mediante su representante Marcela Flores Quiroz, coinciden en la condición deficitaria en la que opera el ISSSTE. “Los ingresos establecidos en la ley comienzan a ser rebasados por los gastos del seguro”, indica el informe.
Hasta diciembre, el saldo a valor de mercado de las Reservas Financieras y Actuariales del Instituto era de 116 mil 436.6 millones de pesos.
Al revisar el Seguro de salud integral de los trabajadores y su familia se advierte, con base en las proyecciones financieras, que el déficit se mantendrá, “por lo que, en ausencia de transferencias gubernamentales, las reservas serían suficientes para cubrir por seis años las brechas existentes entre el ingreso y el gasto”.
La proyección revela que en 2022 “los ingresos por cuotas, aportaciones y cuota social serán insuficientes para hacer frente a las obligaciones del seguro, pues cubren 90.8 por ciento del total de los gastos”. Por lo anterior, “en caso de que no existan transferencias gubernamentales, será necesario utilizar la reserva financiera”, pero de continuar como hasta ahora eso sólo respalda la operación del ISSSTE hasta 2028.