Vestigios de culto a Quetzalcóatl en Valle de Santiago

Las siete luminarias en un municipio con importantes vestigios prehispánicos

Manuel Delgado | El Sol de Salamanca

  · sábado 18 de julio de 2020

La fecha de realización de este monolito es de entre los años 150 y 750 a. C. / Fotos: Cortesía

Valle de Santiago, Gto. (OEM-Informex).- La geografía en que se asienta este municipio está enmarcada por un campo volcánico, en un área de al menos 200 por 250 kilómetros compartido con el estado de Michoacán. En estas tierras, antiguamente nombradas Camémbaro se asentaban pueblos de origen purépecha, los cuales dejaron importantes innumerables vestigios de su cultura.

Entre estos, la estela de Pantoja, la cual es un monumento prehispánico tallado en basalto con técnica de alto relieve, con símbolos que representan una serpiente emplumada, posiblemente en advocación a Quetzalcóatl. El monolito debe su nombre a que fue hallado en la década de los 70 en las margenes del río Lerma, en las inmediaciones de San José de Pantoja en este municipio.

La antigua Camémbaro que en lengua tarasca significa lugar de estafiate, ocupa un amplio valle del sur del estado con una extensión de 835 kilómetros cuadrados y una población actual de más de 141 mil habitantes de acuerdo al censo del año 2010.


De acuerdo al arqueólogo Omar Cruces Cervantes, esta estela es una de las piezas más antiguas en el estado de Guanajuato ya que se calcula que su fecha de realización es de entre los años 150 y 750 a. C.

Con la estela de Pantoja se reafirma la importancia prehispánica del lugar.....

El monolito de basalto -roca volcánica, de color negro verdoso, compuesta generalmente de feldespato y piroxeno- estuvo durante mucho tiempo en la ex Hacienda de San José de Pantoja y a mediados de la secada de los 70 fue trasladada al museo de este municipio.


A mediados de enero del 2016 esta talla fue trasladada al Museo de la Albóndiga de Granaditas, donde estuvo exhibida durante un tiempo, para luego retornar nuevamente a su lugar de exposición original.


De acuerdo a la descripción hecha por Flavius Vázquez, la estela de Pantoja muestra de manera simbólica el número 13, número sagrado en Mesoamérica, ya que aluda a los trece cielos que recubren el mundo.

Explica que en el treceavo cielo habitan los dioses supremos de la dualidad, padre y madre de todo lo que existe. “En el barrio de la merced existía la tradición de que si un marido era infiel había que colectar trece cordones umbilicales y, con ellos, preparar una sopa. Al comer esta sopa, el marido infiel quedaba atado mágicamente a su esposa, convirtiéndose en un esposo ejemplar”.


Los trece cordones umbilicales representaban el poder de los 13 cielos. Esta creencia popular demuestra como el pensamiento mágico inscrito en la estela de Pantoja ha sobrevivido en las creencias de Valle de Santiago.


La franja muestra ocho tiras de petate en las caras frontal y trasera, mientras que los lados poseen cinco tiras de petate. Esto significa que cinco años solares son equivalentes a ocho periodos siderales del planeta venus.


Además 5+8 = 13, y 13 son los cielos que recubren la tierra según el pensamiento mesoamericano. De esta manera la estela de Pantoja es un monumento astronómico que hace alusión a Venus, el planeta del dios Quetzalcóatl y al sol, el astro rey.

De acuerdo a los estudios arqueológicos hechos, la estela de Pantoja fue esculpida por órdenes de los gobernantes de Peralta entre los siglos VI-VIII, en tiempos de Teotihuacan. En ella se representó a Quetzalcóatl, la serpiente emplumada.

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Fotos: Ricardo Sánchez | El Sol de Irapuato

La franja de petate sobre los cascabeles de la serpiente representa el señorío, pues los reyes se sentaban sobre un petate. En náhuatl la estela se leería como Topiltzin Quetzalcoatl, Topiltzin, "nuestro señor venerable" y Quetzalcoat, serpiente preciosa o serpiente emplumada. De esta manera toda la estela se lee como "nuestro venerable señor Serpiente preciosa".



El monolito mide tres metros de altura y se ha asociado con Quetazalcóatl con sus caras decoradas con motivos geométricos y grecas que refieren nombres de dioses, astros, guerras y lugares importantes.



Sin embargo para el arqueólogo Omar Cruces Cervantes, quien ha realizado investigaciones sobre la pieza sostiene que no se trata de una representación de Quetzalcóatl, de acuerdo a la ausencia de elementos iconográficos, como la lengua bífida, además de que los elementos decorativos y los glifos hablan de representaciones de guerra.


La parte superior estela, tomando en cuenta de como estuvo expuesto por décadas en el museo, no había sido observada por la mayorías de los visitantes y demuestra, en su explicación, que la pieza tiene posición horizontal tal y como es ahora expuesta.



Sin embargo el portal https://valledesantiago.org.mx/index.html, con 23 años treyectoria e interesado en difundir datos de interés del municipio, entre ellos la cultura prehispánica, sostiene que persisten dudas importantes sobre este importante monolito. ¿Por qué tiene tallados todos sus lados?. La piedra basáltica con la que fue hecho, no es de la zona, ¿de dónde fue obtenida?. Siendo del periodo epiclásico, ¿por qué verla a través de los ojos de la cultura náhuatl?. Una piedra de esas dimensiones no pudo haber sido creada de manera aislada ¿de qué formaba parte?. El misterio al respecto sigue en gran medida

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