Ante la falta de trabajo provocado por la crisis económica, ciudadanos han buscado opciones para generar ingresos tal es el caso de doña Amada, quien a partir de su gusto por el crochet comenzó a tejer cubrebocas siendo esto ahora una opción para subsistir.
Amada realiza trabajos de crochet desde hace 50 años actividad que aprendió cuando cursaba el sexto año de primaria.
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Con la incertidumbre de haber perdido su trabajo como empleada de una tienda de abarrotes, Amada comenzó a tejer cubrebocas, en un inicio para ella y posteriormente para personas que gustaron de su trabajo.
“Hacía cosas para mí o que me encargaban como blusas, vestidos, pero ahora con la necesidad empecé a realizar cubrebocas tejidos, a algunas personas les han gustado y me los encargan”
Amada es un caso más de personas de la tercera edad que han perdido sus ingresos, pero que gracias a sus habilidades han abierto una puerta para poder salir adelante, recorriendo las calles de la zona centro de la ciudad.