Llegada de la refinería detonó un cambio económico y social

La refinería Ing. Antonio M. Amor se construyó como producto de la Expropiación Petrolera de 1938 y detonó el desarrollo industrial del centro de México.

El cronista de la ciudad Juan José Rodríguez Chávez manifestó que la primera piedra de la refinería se colocó el 1945 siendo presidente de la república Manuel Ávila Camacho y en 1950 fue inaugurada oficialmente, lo que detonó en el municipio el desarrollo industrial y la llegada de personas de los estados de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco principalmente.

Con la llegada de la refinería no sólo hubo un cambio en las actividades económicas de la época que se basaban en ese entonces en la agricultura, la ganadería y en oficios como el textil que trabajaba mantas rebozos y cambayas también origino un cambio social.

“La llegada de personas de otros estados detonó lo que se conocía como choque de antagonismo. Salamanca era una ciudad de costumbres muy arraigadas y quienes llegaron eran personas más liberales que venían de la costa del golfo de México, incluso si alguna muchacha de la época se quería casar con un petrolero no se le permitía” relató el cronista.

Para el año de 1963 comenzaron los desfiles, año en el que también se iniciaron las escuelas petroleras con la finalidad de que los hijos de petroleros estudiaran en ellas. Estas escuelas fueron la Articulo 123 Benito Juárez, el Colegio Riama y posteriormente la Escuela Soto Innés, sin embargo, también participaban otras escuelas y los trabajadores de los diferentes departamentos de la empresa, este desfile es tradición que se realice de sur a norte culminando en el Estadio de la Sección 24, detalló el cronista.

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Un símbolo muy importante de Pemex fue el “Charrito de Pemex” quien fue un personaje salmantino llamado Álvaro Sánchez Otero y que fue mundialmente reconocido por ser la imagen de Petróleos Mexicanos. Sin embargo este personaje fue diseñado por un empleado de la refinería de Minatitlán, Veracruz, y fue en este municipio que encontraron a quien le dio la apariencia física

“Álvaro Sánchez Otero o Alvarito, como yo lo conocía, era una persona de baja estatura de piernas arqueadas tal como era el dibujo del Charrito de Pemex, entonces sólo le pusieron el traje de charro y así se fue promocionar a Pemex a varios países del mundo, el era una gran celebridad y muy querido por los niños de esa época”, finalizó.