Alfeñiques: ¿Cuál es su origen y cómo llegaron a Guanajuato?

Fueron heredados por los árabes y nombre proviene de al-fanid “el azúcar”

Mayra Córdova | Noticias Vespertinas

  · domingo 23 de octubre de 2022

Fotos: Mayra Córdova | Noticias Vespertinas

León, Gto.- (OEM-Informex).- Actualmente la Feria del Alfeñique 2022 se encuentra en la Plaza Fundadores de León donde cientos de figuras de azúcar “endulzan” la tradición de Día de Muertos.

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Para vivir las tradiciones, sin duda, hay que conocerlas y tal vez muchos desconocen que fueron heredados de los árabes cuyo nombre proviene de al-fanid “el azúcar”, que se aplicó a los manjares más delicados para el paladar.

Así lo cuenta Rodolfo Herrera, en su libro “Las expresiones de la muerte en León”, documento que pertenece al Archivo Histórico Municipal de León (AHML) y donde agrega que su receta original es a base de almendras.


En España, se hacían figuras con pasta de azúcar cocida u estirada en barras delgadas retorcidas semejantes a las actuales charamuscas o trompadas.

“De acuerdo con el doctor Daniel Rubín de la Borbolla, la palabra alfeñique se usaba para designar a la pasta de azúcar cocida y estirada en barras muy delgadas y retorcidas. Esta artesanía se trasplantó como bagaje natural al español”, dice el libro.

Se dice que se le bautizó y se le conoce con el nombre de charamusca o listín de azúcar, esto último cuando es brillante, delgado y de diversos colores, por lo que se le llamó alfeñiques a las figuras de azúcar glass o harinosa que se hacen para Día de Muertos.

¿Cómo llegaron los alfeñiques a Guanajuato?

En México se aplicó genéricamente el nombre de las esculturillas y claveras multicolores de azúcar que se confeccionan para esta festividad, para colocarlas en las ofrendas de los “angelitos”, el 1 de noviembre, Día de todos los Santos.

Fotos: Francisco Meza | Noticias Vespertinas

La elaboración del alfeñique llegó a Silao en 1803 traído por unas monjas de Valladolid, quienes fueron invitadas por el dueño de la hacienda del Coecillo, por lo que posiblemente se extendió a otros municipios como Guanajuato y León.

De acuerdo con datos del AHML, el dato escrito de la elaboración de alfeñiques en León es de 1817, donde se cita a Rafael Delgado, de 36 años, originario de Guanajuato capital, pero residente de la Villa de León, como alfeñiquero.

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En 1830, Pedro Rodríguez usó moldes de barro y madera de patol, pero a mediados del siglo XIX, estas figuras se hacían de azúcar morena, que se vendía en bloques de 5 kilos, por lo que era necesario molerla en metate y luego pasarla a un cernidor de manta para que quedara pulverizada. En lugar de grenetina se utilizaba clara de huevo con limones para darle consistencia a la pasta punto y aparte.

“Para elaborar las piezas en moldes el azúcar se disuelve en agua para obtener un jarabe muy espeso, que se vierten ellos. una vez solidificada la pieza dentro del molde se retira coma se decora manualmente con colores vegetales y tintas de goma arábiga coma a veces se le espolvorea azúcar para darle un aspecto brillante y en otras ocasiones se complementa el ornato con aplicaciones a base de la duya. Una técnica de decorado que se sigue usando es granjear las piezas y ponerles piel de escarcha, aplicándoles miel de colores vegetales y azúcar granulada”, explica el documento.

La vendimia en León

Entre las décadas de los 50 y 60, los vendedores de alfeñiques se instalaban en la avenida Miguel Alemán hasta llegar al Centro de Salud. Colocaban manteles blancos de encaje y de forma escalonada para apreciarlos mejor.

Figuras de animales, personajes, fruta y otras que estén en tendencia, forman parte de los alfeñiques que cada año “endulzan”, la tradición en la que se espera la visita de quienes ya no están en este plano terrenal, pero que son apreciadas y disfrutadas por los niños y adultos.

En las ofrendas, las calaveras de azúcar representan a los muertos de la familia, también se elaboran calaveras de chocolate y de amaranto, con nueces en las cuencas y semillas de calabaza o cacahuate en los dientes.