/ viernes 14 de septiembre de 2018

Construyendo Paz

José Manuel Ramos Arredondo


Se acerca la fecha en que la Organización de Naciones Unidas ha determinado que se llame Día Internacional de la Paz que es el 21 de septiembre.

Los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015 porque consideraron que no es posible hacer de este un mundo pacífico si no se toman las medidas pertinentes para lograr el desarrollo social y económico de todas las personas del mundo y garantizar la protección de sus derechos. Los Objetivos Sostenibles abarcan una amplia variedad de materias, entre las que se incluyen: pobreza, hambre, salud, educación, cambio climático, igualdad de género, agua, saneamiento, electricidad, medioambiente y justicia social.

Puedes respaldar el ODS 16 Paz, justicia e instituciones sólidas fomentando la resolución de conflictos de forma pacífica cuando surjan desacuerdos en su entorno. Adopte pequeñas medidas y forme parte de la solución. Puede evitar que sucedan injusticias en la escuela o en su comunidad mediante la adopción de un enfoque no violento para la resolución del problema y la denuncia de posibles delitos, como el acoso escolar en línea.

Los días internacionales que promueve la ONU son para sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.

La paz es también un derecho humano del que todas las personas, los grupos y los pueblos somos titulares: todas y todos tenemos derecho a vivir en paz; todas y todos tenemos derecho a una paz justa, sostenible y duradera. La paz no es sólo ausencia de conflictos armados, internos o internacionales.

Desde un concepto de paz que no se limita a definirla como la mera ausencia de guerra, los derechos humanos ocupan un lugar esencial en el concepto actual de paz entendida como paz positiva.

La paz no es solamente un valor que deba regir las relaciones internacionales.

La paz es un concepto mucho más amplio y positivo que engloba el derecho a ser educado en y para la paz; el derecho a la seguridad humana y a vivir en un entorno seguro y sano; el derecho al desarrollo y a un medio ambiente sostenible; el derecho a la desobediencia civil y a la objeción de conciencia frente a actividades que supongan amenazas contra la paz; el derecho a la resistencia contra la opresión de los regímenes que violan los derechos humanos; el derecho a exigir a todos los Estados un desarme general y completo; las libertades de pensamiento, opinión, expresión, conciencia y religión; el derecho al refugio; el derecho a emigrar y participar en los asuntos públicos del Estado en que se resida; y el derecho a la justicia, a la verdad y a la reparación efectiva que asiste a las víctimas de violaciones de los derechos humanos.

Apenas el 19 de diciembre de 2016 la Asamblea General de la ONU, atendiendo a un reclamo generalizado de la sociedad civil de base, aprobó una Declaración sobre el Derecho a la Paz, entendiendo que La Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo están estrechamente relacionados entre sí, y que la Cultura de la Paz debe formar parte de nuestras vidas diarias.

Una paz duradera exige que todas las personas gocen de una libertad verdadera, sin ningún tipo de represión, sin hambre, sin ignorancia, sin injusticias, de forma tal que el ser humano pueda desarrollar todas sus capacidades. Ese tipo de paz requiere de la existencia de una igualdad que otorgue las mismas posibilidades a todos (as), para que los pueblos puedan desarrollarse en forma colectiva, respetando la individualidad de cada ser humano.

Esto implica necesariamente la asociación activa, la cooperación mutua y planificada, así como un esfuerzo inteligente y conjunto que persiga como fin la prevención y resolución de los conflictos. De esta manera se logra la convivencia pacífica entre los seres humanos, condición sine qua non de la satisfacción integral de las necesidades humanas y su propia realización.

La nueva definición de paz implica no solo la conservación de la vida, sino el derecho a una calidad de vida, mediante fórmulas positivas que busquen la obtención de la igualdad, la libertad, el acceso real y efectivo a la toma de decisiones en el ámbito político, económico y social.

Asimismo, una distribución justa de la riqueza y el respeto por los derechos humanos y fundamentales en general. De afirmar que la vida humana es destruida cotidianamente por la pobreza, el hambre, la enfermedad, la represión y las privaciones socioeconómicas a afirmar que la paz supone necesariamente la solución de esos problemas y la satisfacción de necesidades de los seres humanos.

Si la paz es, en principio, la ausencia de todo tipo de violencia, sea real o virtual, directa o indirecta, incluida por supuesto la guerra, es evidente que la paz exige también que la sociedad, interna e internacional, sea restaurada con el fin de conciliar los derechos e intereses a todos los niveles y evitar las causas de la violencia

En conclusión, podría decirse que la paz en sentido positivo es un estado superior de la persona en el que deben existir las condiciones para su desarrollo integral en todos los aspectos: culturales, espirituales, sociales y económicos.

Cuando hay violencia no hay paz. El triunfo de la paz es la derrota de la violencia. Paz es diálogo y respeto del otro. La violencia, que es imposición por la fuerza, que es la muerte en vez de la vida, que es abuso de poder, constituye la negación de la paz.

Es por ello que hacemos eco al llamado de la ONU y en Irapuatollevaremos a cabo la VII Feria por la Paz el próximo domingo 23 de septiembre en el parque Irekua a partir de las 9.30 de mañana con actividades de educación, salud, reflexión, arte, literatura, alternativas de vida sustentables y peticiones por la Paz en nuestro territorio y en el mundo entero. La finalidad es poner en la mente de las personas que la paz es posible ya que éste es un reclamo popular, no podemos permitir seguir como ahora estamos y continuar generando temores, no nos merecemos esto, por ello todas las personas requerimos hacer acciones cotidianas y exigir que nuestras autoridades nos den seguridad.

Antes de terminar, me permito señalar que tenemos una gran oportunidad de ejercer cultura de paz viendo que nuestros líderes pueden resolver pacíficamente las diferencias (autoridad municipal y empresarios), que tengan sólo la visión puesta en el beneficio de las personas irapuatenses y como bien señaló el Presidente Electo en el conflicto de la UNAM (esperando que así sea la próxima administración), esto se resuelve con diálogo, diálogo y diálogo.


¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!

manuelramos28@gmail.com




José Manuel Ramos Arredondo


Se acerca la fecha en que la Organización de Naciones Unidas ha determinado que se llame Día Internacional de la Paz que es el 21 de septiembre.

Los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015 porque consideraron que no es posible hacer de este un mundo pacífico si no se toman las medidas pertinentes para lograr el desarrollo social y económico de todas las personas del mundo y garantizar la protección de sus derechos. Los Objetivos Sostenibles abarcan una amplia variedad de materias, entre las que se incluyen: pobreza, hambre, salud, educación, cambio climático, igualdad de género, agua, saneamiento, electricidad, medioambiente y justicia social.

Puedes respaldar el ODS 16 Paz, justicia e instituciones sólidas fomentando la resolución de conflictos de forma pacífica cuando surjan desacuerdos en su entorno. Adopte pequeñas medidas y forme parte de la solución. Puede evitar que sucedan injusticias en la escuela o en su comunidad mediante la adopción de un enfoque no violento para la resolución del problema y la denuncia de posibles delitos, como el acoso escolar en línea.

Los días internacionales que promueve la ONU son para sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.

La paz es también un derecho humano del que todas las personas, los grupos y los pueblos somos titulares: todas y todos tenemos derecho a vivir en paz; todas y todos tenemos derecho a una paz justa, sostenible y duradera. La paz no es sólo ausencia de conflictos armados, internos o internacionales.

Desde un concepto de paz que no se limita a definirla como la mera ausencia de guerra, los derechos humanos ocupan un lugar esencial en el concepto actual de paz entendida como paz positiva.

La paz no es solamente un valor que deba regir las relaciones internacionales.

La paz es un concepto mucho más amplio y positivo que engloba el derecho a ser educado en y para la paz; el derecho a la seguridad humana y a vivir en un entorno seguro y sano; el derecho al desarrollo y a un medio ambiente sostenible; el derecho a la desobediencia civil y a la objeción de conciencia frente a actividades que supongan amenazas contra la paz; el derecho a la resistencia contra la opresión de los regímenes que violan los derechos humanos; el derecho a exigir a todos los Estados un desarme general y completo; las libertades de pensamiento, opinión, expresión, conciencia y religión; el derecho al refugio; el derecho a emigrar y participar en los asuntos públicos del Estado en que se resida; y el derecho a la justicia, a la verdad y a la reparación efectiva que asiste a las víctimas de violaciones de los derechos humanos.

Apenas el 19 de diciembre de 2016 la Asamblea General de la ONU, atendiendo a un reclamo generalizado de la sociedad civil de base, aprobó una Declaración sobre el Derecho a la Paz, entendiendo que La Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo están estrechamente relacionados entre sí, y que la Cultura de la Paz debe formar parte de nuestras vidas diarias.

Una paz duradera exige que todas las personas gocen de una libertad verdadera, sin ningún tipo de represión, sin hambre, sin ignorancia, sin injusticias, de forma tal que el ser humano pueda desarrollar todas sus capacidades. Ese tipo de paz requiere de la existencia de una igualdad que otorgue las mismas posibilidades a todos (as), para que los pueblos puedan desarrollarse en forma colectiva, respetando la individualidad de cada ser humano.

Esto implica necesariamente la asociación activa, la cooperación mutua y planificada, así como un esfuerzo inteligente y conjunto que persiga como fin la prevención y resolución de los conflictos. De esta manera se logra la convivencia pacífica entre los seres humanos, condición sine qua non de la satisfacción integral de las necesidades humanas y su propia realización.

La nueva definición de paz implica no solo la conservación de la vida, sino el derecho a una calidad de vida, mediante fórmulas positivas que busquen la obtención de la igualdad, la libertad, el acceso real y efectivo a la toma de decisiones en el ámbito político, económico y social.

Asimismo, una distribución justa de la riqueza y el respeto por los derechos humanos y fundamentales en general. De afirmar que la vida humana es destruida cotidianamente por la pobreza, el hambre, la enfermedad, la represión y las privaciones socioeconómicas a afirmar que la paz supone necesariamente la solución de esos problemas y la satisfacción de necesidades de los seres humanos.

Si la paz es, en principio, la ausencia de todo tipo de violencia, sea real o virtual, directa o indirecta, incluida por supuesto la guerra, es evidente que la paz exige también que la sociedad, interna e internacional, sea restaurada con el fin de conciliar los derechos e intereses a todos los niveles y evitar las causas de la violencia

En conclusión, podría decirse que la paz en sentido positivo es un estado superior de la persona en el que deben existir las condiciones para su desarrollo integral en todos los aspectos: culturales, espirituales, sociales y económicos.

Cuando hay violencia no hay paz. El triunfo de la paz es la derrota de la violencia. Paz es diálogo y respeto del otro. La violencia, que es imposición por la fuerza, que es la muerte en vez de la vida, que es abuso de poder, constituye la negación de la paz.

Es por ello que hacemos eco al llamado de la ONU y en Irapuatollevaremos a cabo la VII Feria por la Paz el próximo domingo 23 de septiembre en el parque Irekua a partir de las 9.30 de mañana con actividades de educación, salud, reflexión, arte, literatura, alternativas de vida sustentables y peticiones por la Paz en nuestro territorio y en el mundo entero. La finalidad es poner en la mente de las personas que la paz es posible ya que éste es un reclamo popular, no podemos permitir seguir como ahora estamos y continuar generando temores, no nos merecemos esto, por ello todas las personas requerimos hacer acciones cotidianas y exigir que nuestras autoridades nos den seguridad.

Antes de terminar, me permito señalar que tenemos una gran oportunidad de ejercer cultura de paz viendo que nuestros líderes pueden resolver pacíficamente las diferencias (autoridad municipal y empresarios), que tengan sólo la visión puesta en el beneficio de las personas irapuatenses y como bien señaló el Presidente Electo en el conflicto de la UNAM (esperando que así sea la próxima administración), esto se resuelve con diálogo, diálogo y diálogo.


¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!

manuelramos28@gmail.com




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