/ martes 13 de marzo de 2018

Cisen, órgano de inteligencia civil, sin rumbo en seguridad

Con el presidente Calderón inició una guerra sin inteligencia, sin haber previsto instrumentos legales

Creado como un órgano de inteligencia civil al servicio del Estado para generar inteligencia estratégica, táctica y operativa que permita preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) se encuentra rebasado por las cargas de trabajo y ha sido utilizado para espionaje político interviniendo líneas telefónicas de políticos, empresarios, periodistas; para ver a dónde van, si tenían amantes, problemas familiares, malos manejos económicos, etcétera. “Cuando estos personajes rebasaban la línea de lealtad se le sacaban sus trapitos al sol”, consideran especialistas.

En contra parte, Ulises Gómez Nolasco, Subprocurador Federal Fiscal de Investigaciones de la Procuraduría Fiscal de la Federación (SHCP) sostiene que los sistemas de inteligencia “son imprescindibles para todos los gobiernos, porque garantizan la estabilidad de los Estados, ya que sirven para la toma de decisiones y para mantener la estabilidad económica política y social”.

El CISEN se creó el 13 de febrero de 1989 con el propósito de dotar al Estado de un órgano de inteligencia civil más acorde a las transformaciones políticas y sociales que experimentaba el país en aquél entonces y apto para hacer frente a los desafíos que planteaba el fin de la Guerra Fría.

En este sentido, Rodrigo Sámano Menhert, consultor independiente, señala que algunas áreas de inteligencia del Estado mexicano se encuentran rebasadas por las cargas de trabajo. “Cuando una persona es víctima de un delito y se acerca a la Policía Cibernética o a otra dependencia para denunciar el ilícito, sólo se le envía un cuestionario y un manual sobre lo que podrían hacer, pero no existe una acción de investigación como tal y las víctimas se vuelven una estadística”.

Eduardo Guerrero Gutiérrez, fundador de Lantia Consultores subraya que actualmente, sí se genera inteligencia en materia de seguridad, pero de mucha menor calidad y exactitud que la que se forjaba antes. “Paradójicamente, los gobiernos del PRI, tenían un buen sistema de inteligencia a través de los funcionarios de las dependencias gubernamentales en todo el territorio nacional, que fungían como informantes informales.

“El mayor defecto de este sistema es que confundía la inteligencia con el espionaje político; entonces muchas agencias como el Cisen se dedicaban a intervenir líneas telefónicas de políticos, empresarios, periodistas; espiaban para ver a dónde iban, si tenían amantes, problemas familiares, malos manejos económicos, etcétera. Cuando estos personajes rebasaban la línea de lealtad se le sacaban sus trapitos al sol”, afirma Guerrero Gutiérrez.

Durante un foro convocado por la CNDH, los consultores advirtieron que con el tiempo, el gobierno dejó de prevenir asuntos de conflictividad, de crimen, y con el gobierno del Presidente Zedillo se eliminaron esos sistemas. Con el presidente Calderón inició una guerra sin inteligencia, sin haber previsto nuestros instrumentos legales, nuestro diagnóstico de las organizaciones criminales, ni cuáles eran los vínculos con Estados Unidos.

Centro de Investigación y Seguridad Nacional


En ello coincide Athanasios Hristoulas, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México al asegurar que los sistemas de inteligencia tienen mala fama y en muchos casos históricamente han sido utilizados para fines políticos. En una democracia, los servicios de inteligencia deberían dar asesoría a los tomadores de decisiones.

En el mismo foro, José Luis Stein Velasco, Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, refiere que la tendencia internacional es utilizar a la inteligencia como elemento de apoyo estratégico permanente contra el crimen organizado, a efecto de proteger a la sociedad civil, garantizar la gobernabilidad y blindar al Estado de Derecho.

En diversos foros, organizaciones ha denunciado la presencia de los llamados “espías del Cisen” en sus asambleas, eventos, marchas, reuniones sindicales, eventos deportivos, artísticos, y candidatos, como lo ocurrido hace unos días cuando Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, denunció que agentes del Cisen lo han seguido desde hace días. Ante esto el gobierno respondió que se trata del cumplimiento de una función constitucional, que es la de dar “seguimiento y continuidad a las campañas”.

Por su parte, el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador advirtió que de ganar, desaparecerá el Cisen ya que recibe un presupuesto anual de 4 mil millones de pesos para espiar a la población.

Creado como un órgano de inteligencia civil al servicio del Estado para generar inteligencia estratégica, táctica y operativa que permita preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) se encuentra rebasado por las cargas de trabajo y ha sido utilizado para espionaje político interviniendo líneas telefónicas de políticos, empresarios, periodistas; para ver a dónde van, si tenían amantes, problemas familiares, malos manejos económicos, etcétera. “Cuando estos personajes rebasaban la línea de lealtad se le sacaban sus trapitos al sol”, consideran especialistas.

En contra parte, Ulises Gómez Nolasco, Subprocurador Federal Fiscal de Investigaciones de la Procuraduría Fiscal de la Federación (SHCP) sostiene que los sistemas de inteligencia “son imprescindibles para todos los gobiernos, porque garantizan la estabilidad de los Estados, ya que sirven para la toma de decisiones y para mantener la estabilidad económica política y social”.

El CISEN se creó el 13 de febrero de 1989 con el propósito de dotar al Estado de un órgano de inteligencia civil más acorde a las transformaciones políticas y sociales que experimentaba el país en aquél entonces y apto para hacer frente a los desafíos que planteaba el fin de la Guerra Fría.

En este sentido, Rodrigo Sámano Menhert, consultor independiente, señala que algunas áreas de inteligencia del Estado mexicano se encuentran rebasadas por las cargas de trabajo. “Cuando una persona es víctima de un delito y se acerca a la Policía Cibernética o a otra dependencia para denunciar el ilícito, sólo se le envía un cuestionario y un manual sobre lo que podrían hacer, pero no existe una acción de investigación como tal y las víctimas se vuelven una estadística”.

Eduardo Guerrero Gutiérrez, fundador de Lantia Consultores subraya que actualmente, sí se genera inteligencia en materia de seguridad, pero de mucha menor calidad y exactitud que la que se forjaba antes. “Paradójicamente, los gobiernos del PRI, tenían un buen sistema de inteligencia a través de los funcionarios de las dependencias gubernamentales en todo el territorio nacional, que fungían como informantes informales.

“El mayor defecto de este sistema es que confundía la inteligencia con el espionaje político; entonces muchas agencias como el Cisen se dedicaban a intervenir líneas telefónicas de políticos, empresarios, periodistas; espiaban para ver a dónde iban, si tenían amantes, problemas familiares, malos manejos económicos, etcétera. Cuando estos personajes rebasaban la línea de lealtad se le sacaban sus trapitos al sol”, afirma Guerrero Gutiérrez.

Durante un foro convocado por la CNDH, los consultores advirtieron que con el tiempo, el gobierno dejó de prevenir asuntos de conflictividad, de crimen, y con el gobierno del Presidente Zedillo se eliminaron esos sistemas. Con el presidente Calderón inició una guerra sin inteligencia, sin haber previsto nuestros instrumentos legales, nuestro diagnóstico de las organizaciones criminales, ni cuáles eran los vínculos con Estados Unidos.

Centro de Investigación y Seguridad Nacional


En ello coincide Athanasios Hristoulas, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México al asegurar que los sistemas de inteligencia tienen mala fama y en muchos casos históricamente han sido utilizados para fines políticos. En una democracia, los servicios de inteligencia deberían dar asesoría a los tomadores de decisiones.

En el mismo foro, José Luis Stein Velasco, Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, refiere que la tendencia internacional es utilizar a la inteligencia como elemento de apoyo estratégico permanente contra el crimen organizado, a efecto de proteger a la sociedad civil, garantizar la gobernabilidad y blindar al Estado de Derecho.

En diversos foros, organizaciones ha denunciado la presencia de los llamados “espías del Cisen” en sus asambleas, eventos, marchas, reuniones sindicales, eventos deportivos, artísticos, y candidatos, como lo ocurrido hace unos días cuando Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, denunció que agentes del Cisen lo han seguido desde hace días. Ante esto el gobierno respondió que se trata del cumplimiento de una función constitucional, que es la de dar “seguimiento y continuidad a las campañas”.

Por su parte, el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador advirtió que de ganar, desaparecerá el Cisen ya que recibe un presupuesto anual de 4 mil millones de pesos para espiar a la población.

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