Viven pasión y muerte de Cristo

El Viernes Santo, se recuerda la Pasión y Muerte de Jesús de Nazaret a través del Viacrucis viviente, así como por la noche la Procesión del Silencio; a la cual asistieron miles de salmantinos para apreciarla. En ella, coordinada por el patronato, participaron más de mil personas, que cruzaron las calles del centro para llevar de nueva cuenta una edición más.

Para llevar está Procesión a la vida, es un proceso que inicia a partir del miércoles de ceniza y concluye el sábado de gloria, después de la Procesión, continúa lo que es el cambio de vestimenta de aproximadamente 10 imágenes y su puesta de vuelta en su lugar a lo largo del templo de San Agustín.

Como los últimos días, desde que inició la cuaresma, el Patronato de la Procesión del Silencio, se dedicó cada viernes a realizar juntas para ir poco a poco armando lo que fue la edición LIV de esta Procesión; aunque los trabajos intensos comenzaron la Semana Mayor, a partir del día Lunes Santo.

Después de apreciar la marcha que se basa en la penitencia y oración al momento de ir caminando por las calles y con insignias significativas, ya por la noche depositan y guardan las imágenes dentro de San Agustín y la mañana siguiente comienza la última parte de este proceso.

Local

Llegan peregrinos a visitar al Cristo Negro

Los integrantes del Patronato, así como personal de San Agustín desde las ocho de la mañana, se disponen a acomodar y a vestir imagen por imagen, para después colocarlas en sus respectivos retablos o nichos. Desde las 21 insignias que son los símbolos de la pasión de Jesucristo, los estandartes con las leyendas alusivas a la pasión de Cristo, todo es acomodado en su lugar, uno por uno, con sumo cuidado.

Imágenes religiosas

Después las imágenes como el Señor del Encuentro, el cual significa durante la procesión cuando Cristo va camino al Calvario se encuentra a María la Dolorosa.

Así mismo, los integrantes del Patronato arreglan las vestimentas del Señor del Perdón, para después ponerlo a la vista de los fieles dentro del templo de San Agustín, esta imagen data del siglo XVIII, una imagen hecha en un taller granadino de origen español, fundado en la ciudad de Guatemala.

Esta escultura religiosa en particular, fue comprada por los padres agustinos, quienes le dieron su nombre actual “este Cristo tiene incrustaciones humanas óseas, por eso se ve muy bien marcado los relieves y molduras, sobre todo en el área de las costillas” explicó Juan José Rodríguez Chávez, cronista de la ciudad.

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El Señor del Perdón queda actualmente sobre el piso del presbiterio o en el altar mayor de San Agustín. Las imágenes, son vestidas dentro de la capilla de las nuevas criptas del templo de San Agustín, misma que ya contiene nichos para el debido deposito de los restos. Después los integrantes del Patronato, sobre todo las mujeres, continúan vistiendo, entre ellos al Señor del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad.