Valle de Santiago, Gto; ¿Alguien se acordó que ayer fue día del padre? Creo que muy pocos, pues pudimos observar cómo la mayoría de los padres, se pasaron su día como cualquier otro. Es decir, que fueron pocos los hijos que se acordaron que tienen todavía la fortuna de contar con su padre. Irónicamente, quienes mas recordaron a su padre, fue aquellos que ya no lo tienen.
Y fueron precisamente ellos, los que acudieron a los lugares de culto para elevar una oración por ese padre que se ha ido para siempre y del que sólo quedan, recuerdos. Muchos de esos hijos, luego de asistir a los servicios religiosos, compraron un buen ramo de flores y se dirigieron a los cementerios para honrar la memoria de ese padre que se ha ido para siempre.
Por lo demás, pudimos ver que la mayoría de los padres, se pasaron su día trabajando. Esto, pese a ser domingo pues como sabemos, la situación económica no está para interrumpir las actividades cotidianas ya que una de las principales responsabilidades de los padres, es precisamente llevar lo necesario para que nada falte en sus hogares.
Fueron muy pocos, aquellos que recibieron el saludo cariñoso de sus hijos, pues desgraciadamente, a los padres no se les mide con el mismo rasero que a las mamás. Es cierto, que las madres, representan el amor más maravilloso que pueda existir luego del amor de Dios. Sin embargo, nos preguntamos qué haríamos sin la conducción de un padre.
De ahí, que sea necesario no sólo honrar a la madre, sino también al padre y dimensionar con justicia, la importancia que tiene uno y otro en la vida de una familia. En la formación de los hijos y en el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, el nuestro deseo, que los padres se hayan pasado un día inolvidable y elevamos nuestras plegarias, por aquellos que desgraciadamente ya no contamos con la presencia de nuestro padre.