Dan último adiós a policía

VALLE DE SANTIAGO, GTO.– ¡Triste adiós! Luto, dolor, lágrimas y algunos señalamientos que salieron del corazón de una madre dolida por la pérdida de su hijo, en el funeral del comandante de la policía municipal, Luis Felipe Hernández Campos, quien fue despedido por una multitud que le reconoció su trabajo, de ser un policía leal y con un currículum sin mancha.

Además de sus compañeros policías, sus familiares, amigos, vecinos de la colonia Francisco Villa en donde vivía y en donde cayó ultimado a balazos, durante las primeras horas del pasado miércoles; le dieron el último adiós. El féretro que contenía los restos mortales de Luis Felipe Hernández Campos, salió de su domicilio por última vez.

En las afueras, se llevó a cabo la ceremonia luctuosa, en donde se dio la lista de presentes, que al pronunciar su nombre a todo pulmón gritaron ¡Presente!, Mientras la banda de guerra, daba el toque de luto en una ceremonia, que enchinaba la piel. Presentes, algunas personalidades como el ex alcalde Leopoldo Torres Guevara y su señora esposa, Irma Serrano Roa, quienes lamentaron este cobarde asesinato que cuarto la vida de un hombre dedicado a servir a la comunidad de Valle de Santiago.

De allí, el contingente se dirigió al cercano templo del Santo Niño de Praga, en donde se elevaron las oraciones por el eterno descanso de su alma. El cuerpo fue trasladado en hombros de sus propios compañeros policías. Al salir del templo, se escuchó el lúgubre ulular de las sirenas de las patrullas y de nueva cuenta, en hombros, lo trasladaron al cementerio del “Sr. Santiago”.

Hicieron una breve pausa en la entrada del panteón, en donde sus familiares, con el dolor lacerante del alma, no pudieron contener las lágrimas. Lágrimas, que piden justicia y que reflejan el sentir de la ciudadanía, cansada y asustada por tantos crímenes. De nueva cuenta en hombros, fue trasladado hasta su última morada, en medio del llanto de sus familiares y el dolor de sus compañeros y amigos.

Su señora madre, dolida por tan terrible pérdida, a grito abierto y sin poder contener el llanto, de un grito que salía de la profundidad de su alma “ahí tienen su mando único, que de nada sirve”. De nueva cuenta, se volvió a pasar lista de presentes y se procedió a darle cristiana sepultura. Antes de ello, el director de movilidad, José Luis Lomelí, dirigió un mensaje cargado de emotividad, en donde señaló que la familia de Luis Felipe, no está sola. Como colofón, colocaron una infinidad de coronas y flores que le llevaron a Luis Felipe como reconocimiento a su trabajo y a su lealtad, hacia el pueblo de Valle de Santiago.