PÉNJAMO, Gto; Entre lágrimas y muestras de tristeza, familiares, amigos, vecinos y compañeros, dieron el último adiós a los tres custodios del CERESO Mil de Valle de Santiago oriundos de Pénjamo, que el pasado jueves fueran asesinados junto a otros dos compañeros, cerca de la comunidad de Granados cuando circulaban a bordo de su camioneta por la carretera Salamanca-Pueblo Nuevo, al trasladarse a dicho lugar donde laboraban para realizar un relevo de vigilancia.
Siendo luego de que se realizaran los funerales de estos tres custodios por parte de sus familiares en sus domicilios y en las funerarias que les fueron destinadas, ya que José Sergio Domínguez era originario de la comunidad de Magallanes, Octavio Laguna, de la comunidad de la Troja y Eduardo Salvador Jiménez, de cabecera municipal, que estos este sábado en diferentes horarios fueron acompañados hasta los lugares donde se efectuaron las misas de cuerpo presente.
Tal fue el caso de Eduardo Salvador, donde en su velatorio del viernes por la noche, amigos y vecinos se acercaron para acompañarlos, solidarizarse y darles muestras de su dolor a su esposa y demás familiares.
Ya hoy sábado cerca de las 12:00 horas, el cortejo fúnebre fue seguido a pie y en vehículos por diferentes arterias por numerosas personas en su mayoría familiares y vecinos, quienes se entremezclaban con rezos, llanto y en ocasiones sólo silencio, llegando así cerca de las 13:00 horas hasta la capilla del Panteón Municipal “Antonio Gómez donde previo a oficiarse la misa en su honor y rogar por su eterno descanso, hubo música de banda de las canciones que al parecer a éste más le gustaban.
Durante el desarrollo de la misa de cuerpo presente, el cura oficiante elevó las plegarias para pedir por el descanso de Eduardo Salvador y pronta resignación de sus familiares.
Acto seguido sus restos antes de ser depositados en una de las gavetas que fue copada de adornos florales, fueron despedidos por última vez por sus seres queridos.
Sobre el hecho:
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