Si hay algo muy mexicano, es el traje de Charro… Confeccionar este singular atuendo es todo un arte; Refugio Corona Vázquez, “Cuco”, es un sastre de antaño, es un artista para trabajar el Grequeado en el pantalón, en el chaleco y en la chaquetilla.
Hace 53 años se inició en este oficio, aprendió de sastres de la "vieja escuela" como Tomás Figueroa y Jesús Manríquez, durante su adolescencia y su juventud desarrolló el talento para medir, cortar y coser. Con el paso del tiempo “Cuco” decidió ir más allá de lo convencional y abrió su sastrería “La Guadalupana” para dedicarse a confeccionar exclusivamente trajes de charro, vestimenta que es muy solicitada por los Mariachis.
“En aquellos tiempos los papás no tenían el modo de ponerlo a uno a estudiar y nos mandaban a una peluquería, a un taller mecánico, nos inculcaban que aprendiéramos un oficio y un hermano mío tenía un amigo que era sastre y me mandó ahí, me gustó el trabajo y desde entonces aquí estamos”…
La calidad de los trajes que confecciona “Cuco” ha traspasado las fronteras del estado y del país, su trabajo es reconocido en Estados Unidos y ha encontrado mercado en la zona de Florida.
Una peculiaridad es que los trajes que manda al extranjero los confecciona con las medidas que el cliente le proporciona por teléfono, la experiencia y ese don que Dios le dio para hacer su trabajo, siempre dan como resultado un “Traje de Charro a la Medida”.
“Yo me dedico hacer traje de charro Grequeado, Normal y de Gala, los trajes para mariachi es lo que más solicitan, les hago trajes a varios mariachis de aquí de Salamanca como Los Arrieros y El Salmantino, también de Irapuato vienen para acá, les ha gustado mi trabajo y se los llevan a España, hay trajes que se mandan para Estados Unidos”…
En Salamanca, Refugio Corona Vázquez es el único sastre que se dedica a la confección de trajes de Charro, disfruta su trabajo y le dedica la mayor parte de su tiempo, algo muy particular en él, es que empieza a trabajar muy temprano, abre su sastrería desde las 6 de la mañana y su jornada termina a las 7 de la noche, cuando el trabajo se acumula su esposa lo apoya, con ella comparte la vida y el trabajo que le apasiona.
“Uno agarra la tela con delicadeza para cortarla y estar cosiendo, eso tiene que ver mucho, la dedicación y el amor que le tiene uno a su trabajo (…) A cada quien Dios nos da nuestro don y nuestro destino y a mí me eligió para esto, para ser sastre y hacer trajes de charro”…
El pantalón, el chaleco y la chaquetilla de un traje de Gala requieren 2 días de trabajo, mientras que un traje Grequeado se lleva alrededor de 3 días y medio, los precios fluctúan desde 4,500 hasta 6,500 pesos.
Refugio procreó una familia con su esposa y 6 hijos, 3 mujeres y 3 hombres, pero ninguno de ellos quiso incursionar en el oficio, con sus 64 años de edad se siente fuerte para seguir trabajando, se siente agradecido con Dios y con la vida… “Cuco” está convencido de que si volviera a nacer, volvería a ser sastre, "Cuco" está convencido de que hasta el fin de sus días confeccionará trajes de charro…