GUANAJUATO, Gto.- Con la Presentación de Los Rastrillos y Los Aguas Aguas, el reggae se apoderó de la explanada de la Alhóndiga de Granaditas en una noche colmada de paz, fraternidad y buena vibra.
La gran oferta cultural que la edición 47 del Festival Internacional Cervantino trajo a Guanajuato, también abarcó a los grupos mexicanos influenciados por la música jamaiquina.
Los Aguas Aguas, banda originaria de Xalapa Veracruz, conquistó con sus letras románticas y de motivación a un público en su mayoría joven, los cuales se identificaron con la cultura reggae.
Rápidamente el público abrió su corazón para recibir a los veracruzanos, cuyo reggae es único, pues también toma herramientas de diversos ritmos que dan como resultado estilo único que los ha caracterizado desde hace muchos años.
De igual forma, los capitalinos recibieron con un fuerte grito a los Rastrillos, una de las agrupaciones del reggae mexicano que abrieron paso al desarrollo del movimiento rastafari en el país con un mensaje de amor.
Los Rastrillos pusieron a cantar a los guanajuatenses presentes en el recinto, unidos como México lo hace en toda ocasión, una muestra clara de que el reggae solamente busca contagiar a las personas con letras llenas de cariño.
Si hay reggae, hay baile y así lo demostraron los capitalinos, quienes, en una suave y relajada coreografía, representaron las letras de las dos agrupaciones en un vaivén de expresiones físicas.
Moviendo la cadera de un lado a otro, algunas parejas abrazadas o tomadas de las manos, siguiendo el ritmo de las melodías con los brazos en el aire, las piernas de un lado a otro, como si de un hechizo se tratara.
Y así como fueron recibidos, también entre gritos, aplausos, ovaciones y muestras de cariño, se despidieron ambas agrupaciones, cayeron las luces en el escenario y cayó también una fresca noche sobre Guanajuato.