CONVOCATORIA
El fuerte llamado de las autoridades a la población para que se extremen precauciones ante el avance incontenible del letal virus chino, parece que ha llegado a oídos sordos. Si bien en centros comerciales, en empresas, en algunos hogares y en espacios públicos se han adoptado protocolos de desinfección, el uso de cubrebocas y de gel antibacterial, la mayoría de la gente no atiende las recomendaciones.
ASCENSO
El número de personas contagiadas por la Covid-19 va in crescendo, continúa el relajamiento de las medidas en las calles, en muchos domicilios particulares sobre todo de la zona rural y en nuestra vida diaria. El resultado es que nos vamos acercando a las mil defunciones, van hasta ahorita 766, 12 mil 794 casos confirmados por 12 mil 638 de transmisiones comunitarias. Y se nos hacen pocos. Por lo menos ha de haber el doble o triple.
VALEMADRISMO
Ante este valemadrismo social, se hace necesario endurecer los protocolos. El gobierno del estado a través de la Secretaría de Salud ha publicado en el Periódico Oficial los lineamientos para la reactivación económica. Hasta este momento, Guanajuato se encuentra en semáforo rojo, lo que indica que la enfermedad no ha sido controlada ni mucho menos “domada”, como tampoco ha sido posible aplanar la curva de contagios.
RÉCORD
Todos los días recibimos los reportes de la Secretaría de Salud que indican el aumento, no descenso, del número de infectados y defunciones. Ha habido dos días en los que se registraron hasta 38 muertes en cada uno, cifra récord, y en otros es variable; por la misma razón, es urgente que la autoridad proceda a meter al orden a todas aquellas personas que no están acatando las disposiciones; inclusive el secretario de Salud, Daniel Alberto Díaz Martínez, dijo que se hace una revisión jurídica para que las autoridades correspondientes procedan a aplicar sanciones.
MANO DURA
La ignorancia es otro de los factores por los que guanajuatenses no se cuidan. Piensan que el coronavirus es una “invención del gobierno” y por ese motivo vemos cómo en comunidades rurales organizan auténticos fiestones, sin respetar la denominada “sana distancia”. Es necesario, por ello, aplicar mano dura. No por unos irresponsables otros vamos a pagar con nuestra salud o, lo que es peor, con nuestra vida.