REFLEJOS DE SOL

DUREZA

De nada sirve que lleguen a Irapuato los cascos azules de la ONU, Los Indestructibles, Rambo, los Rangers o el SWAT, si los 150 elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del estado que vienen a reforzar la vigilancia, no actúan de inmediato en operativos “barredora” al interior de las colonias más conflictivas.

ESTRATEGIA

Es bienvenido el grupo de policías estatales a los que ya se les ha visto, qué bueno que vienen a apoyar a una de las mejores policías del país, pero principalmente, que bien que los ciudadanos irapuatenses, turistas, población flotante tengan mayor protección. No dudamos que haya de por medio una adecuada estrategia de coordinación.

BARREDORA

Pero es necesario que incursionen en zonas peligrosas a hacer redadas, como por ejemplo en la colonia El Cantador cuyas calles (sobre todo la Agustín Lara y la José Mujica) están convertidas en auténticos nidos de ratas, lo mismo en la colonia Álvaro Obregón en las calles Andrés Figueroa y Casimiro Liceaga, a la altura de la Guillermo Prieto que están infestadas de adictos. Ahí es donde se requiere la acción policiaca, no andar paseando en el centro.

RETARDATARIOS

Se antepuso el interés político partidista por encima del interés de los salmantinos. Los regidores de oposición del ayuntamiento de la antigua Xidoo rechazaron, por enésima vez, los ajustes presupuestales tan necesarios para seguir proporcionando los servicios públicos. Es evidente que hay un boicot no en contra de la alcaldesa Beatriz Hernández, sino del desarrollo de la ciudad.

SORDOS

Por si no fuera suficiente, la SSPE ha soslayado las peticiones de la presidente municipal para que apoyen a la urbe con 150 elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado. Su demanda, sin embargo, ha sido bloqueada en perjuicio, insistimos, de los salmantinos. Y luego por qué hay manifestaciones masivas.

REGATEO

Lo curioso es que Irapuato, gobernado por el PAN, partido al que pertenece la administración pública estatal, acaba de recibir ese mismo número de policías estatales. No se entiende por qué regatear apoyo a Salamanca en temas de seguridad, un asunto tan delicado que es en estos aciagos momentos. No debe haber municipios de primera ni de segunda, ni mucho menos poner en esa categoría a sus habitantes por el solo hecho de haberse inclinado por otra opción en las urnas.