Reabre su florería luego de 3 meses

Dentro de una florería, con poco producto para comercializar, se encuentra Juana Patlán arreglando una delicada flor Lili. La alista con cuidado para ponerla en exhibición en su local del centro de la ciudad.

Recién abrió su florería después de tres meses de confinamiento y lo poco que sale de venta es para pagar la renta de su local y los recibos de agua y luz. Tiene la esperanza de que poco a poco la economía comience a repuntar, aunque sabe que aún es incierto cuanto favorecerá a su pequeño negocio.

La forista lleva trabajando 17 años y comentó que aprendió de esta actividad cuando trabajaba en una florería del municipio de Irapuato, la cual llevaba el nombre de El Rosal.

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Dijo, que cuando se le notificó que tenía que cerrar debido a una pandemia que estaba golpeando al municipio, se vio en la necesidad de cancelar sus pedidos por lo que su producto terminó echándose a perder.

Indicó que gastaba alrededor de siete mil pesos cada semana, dinero invertido en la compra de las flores con las que realizaba sus arreglos entre las que destacaban lilis, gerberas, agapandos, babies, girasoles, argentinas, casa blanca y el follaje cambray.

Antes de sufrir los estragos de la pandemia doña Juana Patlán se enfermó de gripe, por lo que una vez recuperada decidió abrir su negocio y fue ahí cuando se le notificó que tenía que cerrar.

Ella es madre de 11 hijos, todos ya casados, pero no todos sus retoños han tenido la misma suerte, pues tiene una hija de 41 años de edad con una discapacidad, por la cual, todos los días sigue luchando, su esposo lleva años viviendo en el rancho sin tener un solo contacto con ella.

Su fuente de trabajo en la florería se ha visto afectada desde que las iglesias cerraron, provocando a su vez la cancelación de eventos masivos como bodas y celebraciones de 15 años, llevándola a perder su fuente de ganancia durante ese duro periodo.

Juana mantiene la esperanza de que su negocio comience a repuntar, pues necesita pagar la renta del local que es de cinco mil pesos, más los recibos de agua y luz, por lo que mantiene una cara de esperanza ante la reactivación, confiada en que el panorama de desempleo que está presente cada día vaya cambiando.