GUANAJUATO, Gto.- Letras reflexivas sumadas a un ritmo relajado característico de la música reggae, la legendaria agrupación argentina, Los Pericos, se presentó ante una abarrotada explanada de la Alhóndiga de Granaditas.
Desde las 5:00 de la tarde, las filas de personas que esperaban ingresar al recinto, se expandieron hasta el Mercado hidalgo, sin importar el sol o el cansancio, los asistentes tenían claro su objetivo, ver a uno de los máximos exponentes del reggae latinoamericano.
No se trataba de un evento ordinario, sino de la celebración de los 30 años de la banda, que se celebraron de la mejor manera, en el escenario del festival cultural más importante de América Latina, El Festival Internacional Cervantino en su edición 47.
Los nervios cada vez se hacían notar más y más en el graderío, las tres llamadas para dar inicio al show, solamente generaban ansias entre los más de cuatro mil fanáticos, algunos sentados en las gradas y los más afortunados a pocos centímetros del escenario.
Las luces se apagaron, en el escenario, Juanchi Baleirión y su característica voz saludó a Guanajuato, tras la señal, la fiesta dio inicio, mientras el público ovacionaba a los argentinos, haciéndolos sentir en casa.
Los metales, ensordecían el histórico lugar, sonido que solamente se vio opacado por los gritos y aplausos de las personas, quienes, al ritmo progresivo de la guitarra, se preparaban para entonar las delicadas melodías.
En esta ocasión de la voz de Juanchi no fue la principal, pues esta noche Guanajuato canto, esta noche Guanajuato se llevó los aplausos, esta noche Guanajuato, sin necesidad de micrófonos logró entonar a una sola voz las letras de la agrupación argentina.
Runaway, Pupilas Lejanas, Casi Nunca lo Vez y Anónimos, fueron algunas de las melodías que los argentinos, dueto con la ciudad de Guanajuato entonaron durante la segunda noche mágica de la fiesta del espíritu.
La cultura rastafari que ha cobrado mucha fuerza en el sur del continente, se apoderó del principal escenario del Festival Cervantino, la noche mística llegó a su fin en medio de aplausos y las muestras de cariño del público capitalino a Los Pericos.
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