La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió a todos los obispos del país suspender las mismas dominicales, para evitar que los templos se conviertan en lugares de contagio y propagación el virus.
A través de un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano informó que esta situación durará mientras dure la emergencia indicada por el Gobierno Federal y las alertas internacionales, por lo que solicitaba a los obispos suspender “Los encuentros para grupos numerosos, como retiros, asambleas, congresos, jornadas y catequesis; las celebraciones Eucarísticas dominicales en los templos parroquiales, santuarios y capellanías”, donde cada obispo, en su jurisdicción, “podrá dispensar de la obligatoriedad de la misa dominical”.
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“Los sacerdotes, sin embargo, no dejen de celebrar la Misa de una manera privada”, dice el comunicado de la CEM.
Aunado a ello, pidió que en la medida de lo posible las misas sean transmitidas por plataformas digitales y medios de comunicación públicos y privados, de modo que los fieles puedan unirse espiritualmente a los misterios de la fe.
“Durante los próximos días, con las medidas sanitarias, los templos parroquiales, si cuentan con laicos que puedan controlar la correcta disposición de fieles orantes, pueden permanecer abiertos para la oración personal y comunitaria y se podría exponer el Santísimo para la oración y adoración”, continúa el comunicado.
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Aunado a ello, aún se analiza si se suspenden también la celebración de los llamados viacrucis, pues en municipios como Celaya la llamada Procesión del silencio, festividad con más de medio siglo de tradición, ha sido suspendida.
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