Desde las primeras horas de este lunes y recién llegado de la Ciudad de México, J. Merced arribó al Panteón de la Cruz para visitar a su esposa María, quien falleció hace cinco años.
Con amor, alegría y la firme creencia de que este día los espíritus regresan a convivir con los vivos, el señor J. Merced se trasladó desde la CDMX para dejar una ofrenda y poder estar cerca de su amada esposa.
“Yo nací aquí en Salamanca, pero vivo en México y vengo desde allá especialmente a traerle unas flores a mi esposa, que falleció un 31 de diciembre por un infarto fulminante; siempre vengo, nada más a traerle unas flores, venimos en su cumpleaños, el Día de las Madres, pero hoy especialmente la recordamos”, dijo.
Acompañado de una de sus hijas y de su yerno, el señor Merced recordó a su compañera de vida por 46 años, aseguró aunque siempre la lleva presente, le gusta visitarla para recordar todos los momentos que pasaron juntos, la familia que formaron y todos aquéllos instantes que los llevaron a tener un matrimonio sólido que perduró por más de cuatro décadas.
A pesar de que Merced radica en la Ciudad de México, a más de 299 kilómetros de distancia, la muerte no ha sido impedimento para que cada Día de Muertos se reúnan, llevando el amor que construyeron más allá de la eternidad.
Así como esta historia, muchas fueron las personas que por el hecho de visitar a sus seres queridos la felicidad llegó a ellos y los reconfortó para seguir este camino, llamado vida.