SALAMANCA, Gto; Al regreso a clases en el presente ciclo escolar, los padres de familia manifestaron tres puntos esenciales que consideraron deben tomar en cuenta. El Primero es invitarlos a integrar los consejos escolares de la institución educativa de sus hijos.
En voz de Teresa Castellanos presidente de la UNPF de Salamanca, sostuvo que hay preocupaciones entre los padres de familia y por ende en un segundo plano convocó a ser padres colaboradores de la Institución educativa y no sólo convertirse en padre depositarios.
Como tercer punto la representante de la Unión Nacional de Padres de Familia cito que con el nuevo modelo educativo se está incorporando en la currícula la educación socio- emocional sin embargo ésta no es responsabilidad sólo de los maestros, pues en media hora semanal no pueden formar el carácter de los niños.
Aseguró “Son los padres principales actores de ésta educación, pues en la familia se aprende el manejo de las emociones y los valores esenciales para desarrollarse armoniosamente en la sociedad”.
EL TEMA DE LAS DROGAS
Así también abordo otro de los temas preocupantes que aquejan a los padres de familia, éste es la urgencia que la Secretaría de Educación Pública implemente también en los planes y programas de estudio información de los daños causados por cada una de las drogas y un programa de prevención en todos los grados escolares de acuerdo con la edad y el desarrollo de los alumnos.
Resalto la propensión de los menores de edad hacia la adicción a la marihuana, la cual es el doble de la que se presenta en adultos, así como los daños a su desarrollo físico y neurológico, que en muchos casos son irreversibles.
“Que la gente crea que fumar marihuana no daña a la salud y además tiene supuestos valores terapéuticos, son algunas causas en el incremento de su consumo”.
Y finalizo diciendo que la experiencia internacional, como el caso de Colorado y el Estado de Washington en Estados Unidos, muestra que, desde la legalización de la mariguana, el uso regular de la droga, entre jóvenes de 12 a 17 años ha estado por encima del promedio nacional y ha tenido un aumento más rápido que el resto de los estados. Las tasas de consumo juvenil en estados que han legalizado la mariguana superan a los que no lo han hecho.