Ser lechero es un oficio que con el paso de los años está amenazado con desaparecer. La leche envasada y la contingencia sanitaria por coronavirus ha provocado que quienes aun se dedican a esta actividad estén pensando en cambiar de oficio.
Juan Alfaro quien lleva más de la mitad de su vida dedicado a la venta de leche bronca ve con tristeza como cada vez la gente que buscaba este producto lo cambia por la leche tipo tetra pack.
“Anteriormente vendía hasta 800 litros diarios, salía muy temprano de Sarabia lugar en el que vivo, para empezar a repartir en las calles de la zona centro de Salamanca. Ahora es menos lo que la gente nos consume, si vendemos 200 litros es mucho”.
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El coronavirus también ha repercutido en las ventas de Don Juan, quien proveía de leche a neveros, gelatineros, panaderos y los cuales al no permitirles vender sus productos en la vía pública, dejaron de consumirle.
Era común que los lecheros tocaran casa por casa para ofrecer su producto primero en burro, luego en bicicleta hasta llegar a repartir en motocicleta y ahora en camionetas. Aunque el oficio cambio a través del tiempo hoy es cada vez menos común observarlos por las calles.
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