Juan Aurelio es un migrante hondureño adoptado por esta ciudad. Frente al desempleo generado por el Covid-19 se desempeña en situación de calle en los cruceros. Lo acompañan su hijo de tres años y su mujer de origen nacional con quien sale día a día a buscar el sustento.
“Le doy gracias a Dios porque la gente nos ha ayudado con muchas cosas. Ropa, zapatos, comida, juguetes. (En Navidad) nos fue bien gracias a Dios. Le agradecemos a la gente que nos ha ayudado.
Gracias a la que gente que cree en nosotros. Nosotros queremos salir adelante, sólo esperamos la oportunidad para encontrar un buen trabajo... darle gracias a la gente que nos ha ayudado en esta situación tan difícil”, dice con sencillez.
Su hijo de tres años nació en esta ciudad y junto con su esposa viven actualmente en la colonia San Roque.
Agradeció además el que estén sanos -sin contagio de corona virus-. Estamos sanos hasta ahorita. Trabajamos en los semáforos. La gente pasó (esta Navidad) a regalarnos comida, dulces y juguetes para mi niño y comimos a gusto... nos la pasamos bien en familia”.
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El día 24 de diciembre -en las vísperas de la Navidad- les tocó estar en el crucero desde la mañana. Al medio día les llevaron de comer pollo rostizado y espagueti. Pierna “ya al atardecer y eso fue lo que cenamos en casa, con la familia... la familia de mi señora.. mi suegra”.
Dice que esperan que con el año nuevo que todo salga bien y que ninguno de sus familiares se enferme. Yo le pido mucho Dios que nos dé fortaleza para seguir adelante y con las condiciones en las que estamos esperemos llegar bien en el 2021”.